FMI: para México, migajas
Aumenta
pronóstico 0.1%
EPN: sexenio de 2 por ciento
ómo estará de delicada la situación que en Los Pinos y zonas aledañas brincan de felicidad, porque el Fondo Monetario Internacional tuvo a bien aumentar
–por llamarle así– su pronóstico de crecimiento
económico para México en 2016, y tal incremento
a duras penas fue de una décima de punto porcentual, es decir, en el presente año el producto interno bruto del país ya no crecería
2.4 por ciento, sino 2.5 por ciento. Y para 2017, 2.6 por ciento. Migajas, pues.
Sin embargo, por mucha felicidad que impere en la residencia oficial por la menudencia que el FMI le ha regalado, de cualquier suerte el sexenio peñanietista simplemente se sumará al de por sí grueso inventario de gobiernos fallidos y mediocres pues, de ser correcta la nueva estimación del citado organismo, en el periodo 2013-2017 (es decir, consumidas cinco sextas partes de su administración) la economía mexicana habría crecido a una tasa anual promedio de apenas 2.16 por ciento, proporción similar a la media registrada en los últimos 34 años.
Así, el gobierno que prometió Mover a México
en realidad lo mantuvo en el mismo sitio: estancado, mediocre, corrupto y sin mayor perspectiva de mejoría. A menos, claro está, que en 2018, el último año del sexenio peñanietista, se registrara un verdadero milagro, uno de colección, es decir que en esos 12 meses la economía nacional creciera ¡20 por ciento! (algo, por lo demás, nunca registrado en la historia del país) para que EPN reivindicara su promesa de campaña electoral: con él en Los Pinos la economía mexicana promediaría un crecimiento anual de 5 por ciento. Sin embargo, en los hechos, si bien va, alcanzaría 2 por ciento, con todo y reformas
.
Como cápsula de memoria y para ubicarse en la realidad, de acuerdo con la estadística oficial el máximo crecimiento económico en un solo año se registró en 1903, con Porfirio Díaz, con 11.04 por ciento. Treinta años después, en 1933 con Abelardo L. Rodríguez en la Presidencia de la República, se reportó una tasa de 10.95 por ciento, y 31 años más adelante, en 1964 con Adolfo López Mateos instalado en Los Pinos, 11.10 por ciento.
Dicho sea de paso, esa última tasa de crecimiento, la de 11.10 por ciento, López Mateos la alcanzó en un solo año. A Felipe Calderón le llevó todo el sexenio (en suma simple alcanzó 11.3 por ciento) y en cinco años (2013-2017, incluido el pronóstico del FMI) Peña Nieto ni siquiera llega a 11 por ciento acumulado (10.8 por ciento en suma simple). Si se prefiere, lo que antes de la modernidad
México crecía –en términos económicos– en un sexenio, ahora se alcanza en tres.
En fin, el FMI divulgó ayer su Actualización de las perspectivas de la economía mundial, de la que se toman los siguientes pasajes. Va, pues.
El voto a favor del Brexit implica un aumento sustancial de la incertidumbre económica, política e institucional, la cual se proyecta que tenga consecuencias macroeconómicas negativas, sobre todo en las economías avanzadas de Europa. Las economías del Reino Unido y Europa serán las más golpeadas por la decisión británica del pasado 23 de junio.
El crecimiento mundial, que de por sí se mantiene lento, se verá afectado a consecuencia de ello, lo que obligará a las autoridades económicas a reforzar sus sistemas bancarios y ejecutar los planes establecidos para llevar a cabo las reformas estructurales que son muy necesarias. En particular, las autoridades de política económica en el Reino Unido y la Unión Europea deben contribuir de manera decisiva a reducir la incertidumbre que podría debilitar más el crecimiento en Europa y otras regiones del mundo.
Se estima un crecimiento de la economía mundial de 3.1 por ciento en el presente año y 3.4 en 2017. La economía del Reino Unido crecerá 1.7 por ciento, 0.2 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril. El próximo año, el crecimiento en este país se desacelerará a 1.3. En lo que se refiere a la zona del euro, el pronóstico crece 0.1 puntos porcentuales para 2016 y se reduce 0.2 puntos para 2017.
Aun así es claramente posible que los resultados sean más negativos. Los efectos reales del Brexit se dejarán sentir de manera gradual a lo largo el tiempo, añadiendo elementos de incertidumbre económica y política, que a su vez puede abrir la puerta a una respuesta intensificada de los mercados financieros a shocks negativos.
En el primer escenario a la baja, las condiciones financieras son más restrictivas y la confianza de los consumidores más débil de lo previsto, tanto en el Reino Unido como en el resto del mundo, hasta el primer semestre de 2017, y una parte de los servicios financieros ubicados en el Reino Unido se traslada gradualmente a la zona del euro. El resultado sería una desaceleración aún mayor del crecimiento mundial durante este año y 2017.
En un escenario severo se prevé una intensificación de la tensión financiera, especialmente en Europa, un endurecimiento de las condiciones financieras y efectos mucho más pronunciados sobre la confianza. Los acuerdos comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea volverían a basarse en las normas de la Organización Mundial de Comercio. En esta perspectiva la economía mundial experimentaría una desaceleración más significativa durante el resto de 2016 y 2017, que sería más pronunciada en las economías avanzadas.
En Estados Unidos el crecimiento más débil de lo esperado en el primer trimestre ha llevado al FMI a reducir su pronóstico para este año 0.2 puntos porcentuales por debajo de lo proyectado en abril. Para 2017 se mantiene la estimación de 2.5 por ciento.
En China se proyecta que el crecimiento repunte 0.1 puntos porcentuales, a 6.6 por ciento, en 2016, y se mantenga sin variación en 2017, en 6.2. Los efectos del Brexit probablemente sean moderados en este país, la segunda economía más grande del mundo, en vista de los flujos comerciales reducidos y los vínculos financieros limitados con el Reino Unido. Las perspectivas de otras economías de mercados emergentes y en desarrollo siguen siendo diversas y se mantienen prácticamente sin variación con respecto a lo proyectado en abril.
Las rebanadas del pastel
Dice el titular de la Sedesol, José Antonio Meade, que hay una gran tentación de diferentes actores de querer politizar con las cifras de la pobreza
. Así es, y el primero es el propio gobierno de EPN, pues artificialmente quiere reducirlas
para sacar raja política… Y parece que la rata tamaño canguro, Donald Trump, logrará su objetivo.
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