La gala que el Ballet Folklórico de México –compañía fundada en 1952 por Amalia Hernández (1917-2000)– ofrecerá el 6 de agosto en el Auditorio Nacional marcará el comienzo de los preparativos para conmemorar a la bailarina y coreógrafa por el centenario de su natalicio, que se cumplirá el próximo año.

El invitado especial de esa presentación es Arturo Márquez, pues el compositor dirigirá su popular obra Danzón No. 2, acompañado por la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

En rueda de prensa efectuada ayer, Márquez expresó que ya hay varias versiones coreográficas, incluso fuera de México, de esa pieza, compuesta en 1994.

Sin embargo, esta será la primera vez que se monte con un ballet de esta envergadura. Se trata de una versión muy distinta, porque fusiona lo popular y lo académico.

De Márquez también se bailarán Conga del fuego nuevo y Sarao. Para el autor se trata de una música muy ligada a la danza. Es música que tiene un abrazo y un amor muy fuerte con la danza, la música de salón, con nuestro México actual.

Danza y música: feliz encuentro

Complacido por su participación en la gala Rumbo al centenario, Arturo Márquez, reconocido con Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009, afirmó: “Todos los que estamos aquí crecimos con esta gran institución que es el ballet Folklórico de México.

“Nos ha llenado de orgullo, es uno de nuestros símbolos. Estoy orgulloso de participar en este festejo de los 100 años de nacimiento de Amalia Hernández. Es un privilegio estar en este programa y en este lugar.

Sabemos que ese ballet es una fusión entre la tradición y la danza contemporánea. Lo que hacemos es un feliz encuentro tanto de la danza como de la música.

Según Salvador López López, director general de la compañía, se trata de un programa que sólo se podrá ver en el Auditorio Nacional, debido al número de músicos y bailarines involucrados: 20 mariachis, 12 intérpretes de son jarocho, 20 percusionistas, 75 jóvenes de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad Autónoma del Estado de México, por ejemplo.

Consideró el presente proyecto un parteaguas en la danza tradicional de México. Agregó que trabajar con Arturo Márquez representa un pulmón de aire para seguir avanzando en los proyectos. Lo que presentamos son obras de Amalia, pero siempre buscamos los elementos para hacerlas vigentes, contemporáneas, y que siga siendo esta gran compañía que ha sido reconocida en muchos tiempos como la mejor del mundo en su género.

Salvador López adelantó que los festejos del año entrante consistirán en un libro biográfico de Amalia Hernández, una exposición en la galería al aire libre de las Rejas de Chapultepec, una función popular en el Zócalo, documentales, una gira nacional por Guadalajara, Pachuca, Querétaro y León, donde la compañía se presentará en plazas públicas de manera gratuita. También se consideran presentaciones en Europa, Estados Unidos y Asia.

Viviana Basanta Hernández, directora artística del ballet, dijo que la compañía no ha dejado de hacer investigación, ir al campo.

“Para mí –indicó–, lo que mi mamá hizo es un homenaje a México. No llevó la danza tal cual era, sino se quedó con la esencia a la que dio vida en el escenario. Tenemos conciencia de seguir los pasos de nuestro país, que ha evolucionado, y nos brinda nuevos elementos para seguir construyendo y creando.”