Sociedad y Justicia
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Se retrasan vuelos a Cancún y Acapulco

Atuendos delatan destinos; vacacionistas colman el AICM
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de julio de 2016, p. 30

Sus atuendos delatan sus destinos. Sombreros color paja, sandalias, vestidos vaporosos o pantalones de tela de lino. Un gran ejército de viajeros ha vuelto a tomar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desde este sábado, el primero día de las vacaciones de verano. Permanecen ahí unas horas pero siempre llegan refuerzos para colmar salas, pasillos, restaurantes, baños, aviones.

El pasado viernes 15 fue el último día de clases para más de 25 millones de alumnos de educación básica, fecha esperada por muchas familias que no aguantaron un día más para escapar de esta ciudad, o llegar a ella.

Otros se adelantaron y desde el fin de semana pasado elevaron las cifras de pasajeros atendidos en el AICM, pues el viernes 8 ha sido, hasta ahora, el de mayor afluencia en el año: 136 mil 755 viajeros. De ellos, 79 mil 260 utilizaron la Terminal 1 y 57 mil 495 se trasladaron en la Terminal 2, de acuerdo con autoridades aeroportuarias.

Algunos vuelos con rumbo a Cancún, Quintana Roo; Puerto Escondido, Oaxaca; o Acapulco y Zihuatanejo, en el estado Guerrero, tenían demoras de dos horas en promedio.

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Aunque apenas el 15 de julio fue el último día de clases, viajeros saturan terminales aéreas y de autobuses desde la semana pasadaFoto Jair Cabrera

Un grupo de 60 quinceañeras, que prefirieron un viaje de regalo y despreciaron la fiesta con chambelanes, se alistaba para salir rumbo a Europa. Algunas viajaban con sus mamás, quienes se encargaban de poner en orden a las escandalosas adolescentes.

Periodo de empleo temporal

Esta temporada de asueto resulta una oportunidad de trabajo temporal para jóvenes y adultos mayores. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) los contrata durante dos meses para brindar información a los usuarios.

Nos dan entrenamiento anímico, dice Hilario Vargas Martínez, de 68 años. Algunos pasajeros vienen cansados de su viaje, otros llegan molestos porque hubo retrasos en sus traslados, así que no son tan receptivos a la información que les proporcionemos, aunque ellos nos estén preguntando.

Hilario Vargas ya está jubilado, pero, dijo, mientras haya vida y la situación económica siga tan desmejorada, hay que ponerse a trabajar. No saldrá de vacaciones, no alcanza: mejor me pongo a chambear.