El atacante padecía trastornos mentales
Domingo 17 de julio de 2016, p. 23
Beirut.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado en Niza del jueves pasado, que dejó 84 muertos y 202 heridos, y sostuvo que el tunecino que arrolló a cientos de personas durante la celebración de la toma de la Bastilla era un soldado
de su grupo.
El autor de la operación es un soldado del Estado Islámico. Ejecutó la operación en respuesta a los llamados hechos para atacar a ciudadanos de los países de la coalición que luchan contra el EI
, afirmó Amaq, órgano de difusión del grupo yihadista (que el EI considera su agencia noticiosa), el cual citó a una fuente de seguridad
.
La reivindicación es ambigua y no especifica si (el atentado) fue ordenado o solamente inspirado por los llamados a atacar a Francia lanzados por el EI
, señaló Yves Trotignon, ex analista de los servicios de inteligencia franceses.
David Thomson, especialista del yihadismo, recalcó que por lo general el grupo hace una distinción entre soldados
y simpatizantes
en sus reivindicaciones.
En este caso el mensaje es un poco contradictorio
, agregó, ya que presentan al atacante de Niza como soldado
, lo cual hace pensar que juró lealtad al grupo, pero añade que actuó en respuesta a los llamados
del EI.
En 2014 el portavoz oficial de la organización, Abu Mohamed al Adnani, pidió a sus simpatizantes utilizar cualquier medio disponible, como vehículos, para matar a infieles estadunidenses y europeos.
En tanto, el ministro del Interior francés, Bernard Cazaneuve, explicó que el autor de la matanza, Mohamed Lahouaiej, probablemente se radicalizó muy rápido
. El método que usó en su agresión demuestra lo difícil que se ha vuelto la lucha contra el terrorismo
, apuntó.
Nos enfrentamos a individuos sensibles al mensaje de Daesh (Estado Islámico) que llevan a cabo acciones extremadamente violentas sin haber combatido o haber sido entrenados
. Destacó que se trata de un nuevo modo
, que ilustra la complejidad de la lucha antiterrorista
. Cazeneuve hizo un llamado a los franceses a unirse a la reserva operacional de la policía y gendarmería.
Lahouaiej, transportista que estaba en proceso de divorcio, era totalmente desconocido
para los servicios de inteligencia y no estaba fichado por radicalización, según el fiscal de París, François Molins, aunque tenía antecedentes por amenazas, violencia y robos cometidos entre 2010 y 2016
.
Familiares y un siquiatra sostuvieron que Lahouaiej, quien estaba casado con una francotunecina, padecía graves trastorno mentales
desde hacía años.