Doctores autorizados para prescribirla aumentan de 232 a 2 mil 500 en un año
Viernes 15 de julio de 2016, p. 38
En el primer semestre de 2016 se emitieron 327 mil recetas de morfina para el control del dolor en personas con enfermedades en fase terminal en México, lo que representa un aumento de 15 veces respecto a todo 2015. La cantidad de médicos autorizados para prescribirla subió 10 veces en el mismo lapso. Pero aún hay limitaciones. Se requieren médicos entrenados en su uso, en el primer y segundo nivel de atención, afirmó Alejandro Mohar, integrante de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
Dijo que si bien ha habido avances importantes por las medidas aplicadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para flexibilizar las reglas de acceso al opioide, el país enfrenta severas carencias.
Para dar cuenta de ellas, el ex director del Instituto Nacional de Cancerología comentó que mientras Canadá solicitó cuatro toneladas de morfina a la JIFE este año, México apenas pidió 660 kilogramos.
Durante años, nuestro país vivió una sobrerregulación, lo que a su vez tenía como consecuencia que las existencias de morfina fueran muy bajas. Había desconocimiento sobre su uso y, por lo tanto, la disponibilidad y el acceso para los pacientes prácticamente era nulo.
Esta era una demanda social pendiente, señaló Mohar, en referencia a las personas que viven con alguna enfermedad terminal, y a quienes lo único que se les debería poder garantizar es no sufrir dolor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año billones de personas en el mundo padecerán de dolor moderado o grave, y millones de ellas fallecen con dolor debido a la falta de acceso de medicamentos controlados para resolver este síntoma, indicó el especialista.
Solamente cinco o seis países tienen un acceso ilimitado a la morfina. Ahí se consume 92 por ciento de la sustancia, aunque apenas vive en esas naciones 17 por ciento de la población mundial.
Lo paradójico, resaltó Mohar, es que hay suficiente producción del medicamento para cubrir las necesidades de todos los países. El problema está en que las solicitudes no llegan a la JIFE, la morfina no se prescribe y no está al alcance de quienes la requieren. Hay una necesidad de salud pública, expuso.
Con la finalidad de revertir esta situación, en 2014 la Cofepris inició los trabajos para modificar la normatividad, flexibilizar –con medidas de seguridad– el registro de los médicos autorizados para prescribir opioides en recetas que no lleven sus datos personales a la vista, y la realización del trámite mediante Internet.
Mohar señaló que los resultados son alentadores por el mayor acceso que ha habido en los pasados seis meses. Comentó que en 2014 se prescribieron 21 mil recetas para morfina, mientras entre enero y junio la cifra subió a 327 mil.
Actualmente hay más de 106 mil 808 unidades disponibles. Respecto a los médicos, señaló que en julio de 2015 había 232 registrados y autorizados para recetar el producto; ahora son más de 2 mil 500.