Participarán El Mastuerzo, El Hueso y Valentina Barrios, entre otros
El recital será hoy
Acompañará con muestra de su obra plástica en el Museo de Historia de Tlalpan
La entrada a ambas actividades es libre
Viernes 15 de julio de 2016, p. 9
Tengo algunos cuadros que son prácticamente unas pintas; o sea, como lo que hacíamos entre los años 60 y 70. Tengo otro que está relacionado con una experiencia que tuvimos en un barrio del norte de la Martín Carrera, y las luchas de Xalostoc, de las huelgas obreras
, expresó León Chávez Teixeiro, quien se asume como rolero y que hoy viernes, desde las 18 horas, en el Museo de Historia de Tlalpan, mostrará parte de su obra pictórica, después de un concierto con canciones inevitablemente críticas.
Se trata de una exposición de su obra plástica y el concierto será un homenaje a su coherencia política y ética. Participarán Paco Barrios El Mastuerzo, Mauricio Díaz El Hueso, Valentina Barrios, Gustavo Franco y Lorena Moctezuma.
La muestra gráfica se compone de una veintena de cuadros y destaca la participación de Alberto Híjar, promotor cultural y crítico de arte mexicano, cuyo trabajo figura en la historiografía del arte y la relación entre política y creación. Sus alumnos refieren que es un gran conversador y expositor de la historia sin memoria.
La exposición se titula Cuatro tiempos y un contratiempo; estará abierta de martes a domingo, de 10 a 18 horas, en el Museo de Historia de Tlalpan (Plaza de la Constitución número 10). La entrada a la exposición y al concierto es libre.
León Chávez Teixeiro es pintor, músico y organizador de movimientos obreros y de vivienda. Ha participado en protestas de trabajadores y en el movimiento de 1968 estuvo en manifestaciones públicas por medio de sus canciones.
Casi siempre acompañado sólo con su guitarra, sus temas tratan de forma creativa la vida de luchas obreras, campesinas y estudiantiles. Su obra musical ha sido semilla de movimientos musicales independientes y no comerciales en México, como el folclor latinoamericano, la canción de protesta, los roleros y la trova mexicana.
Aclaró: “Normalmente no quiero relacionar la pintura con la música, pero no puedo evitar que se relacionen. Son cuatro tiempos porque es una especie de retrospectiva. Son cuatro tiempos de mi trabajo. Una es de más o menos los años 60-70, el otro de 1980 a 1990 y luego de los años 90 a 2000, y otros de 2000, que son dibujos.
“La obra está muy relacionada con la experiencia política, con la ciudad, con la urbe. Nací en la colonia Guerrero y luego me fui a la Plutarco Elías Calles. Me llevó mi mamá; estaba muy chavito y mi relación con mi padre, que fue obrero, miembro del Ejército Rojo, de los Batallones Rojos en la Revolución, siempre me vinculó al movimiento obrero, al ferrocarrilero, etcétera, y siempre estuve interesado en ese proceso. Después, en el 68, entré a la escuela de cine y, bueno, llegó el movimiento del 68. Ya desde antes dibujaba y pintaba, pero entonces, al no poder hacer cine, por obvias razones, registré, digamos, algo que me interesó entender: la Ciudad de México, su destrucción y su proceso de hacinamiento extremo; la destrucción de la ciudad, tema que me ha interesado. Los cuadros que presento aquí están relacionados con los tiempos y el contratiempo, que es lo que estamos viviendo: el empujón hacia atrás de la historia, la represión, la falta de libertad.
En el otro tiempo busco entender a la Ciudad de México. Hay algunos túneles o ciertas concepciones o expresiones de la urbe. El cuarto tiempo también está relacionado con las contradicciones de la ciudad, pero expresada pictóricamente en 10 dibujos de hace cuatro meses.
En un texto escrito para la ocasión, Alberto Híjar Serrano escribió: “De tiempo en tiempo se va la vida, como la mugre en el lavadero, descubrió León Chávez Teixeiro hace no menos de 50 años. Quiso dar fe de los muchos desgraciados, pero muy desperdigados que deciden organizarse para triunfar ante las rutinas del conformismo. Pintura, dibujo y canto han sido los recursos de significación de León en cuatro tiempos tan dialécticos que se articulan para enfrentar el contratiempo enemigo.
De Martín Carrera a Xalostoc
“Acompasado con Brecht, descubrió la urgencia del monumento al obrero desconocido y pintó con digna rabia espacios cargados de materia monocroma sin más señales de vida que los gestos de sobrevivencia. Al tiempo siguiente, el de la chava de la Martín Carrera hubo que pintarla de rojo, por supuesto, imprecisa pero evidente, como el colgado en la calle, como el ataúd a la espera en tiempo sucio, espeso, cargado de texturas de todo lo acumulado.
Tiempo tres de Xalostoc, sus humos, su piso donde la vida sucumbe en el desperdicio de ácidos, agua sucia, lodos. La sucia pared con la pinta del poder obrero, la ominosa frase de primero mato y luego dialogo, son las señales de la lucha necesaria. Todo en la ciudad, en sus bordes y en sus entrañas, entre cables de luz, vías de trenes, casuchas, interiores donde apenas caben la mesa pequeña, la cama estrecha, los enseres para la comida, en fin, la microfísica de la vida precaria, el tiempo íntimo que cuenta tanto cuando es invadido por el contratiempo enemigo, por el desamor y la melancolía, boca de túnel sin luz pero con esperanza porque hay que arriesgarse y seguir. De todo esto da fe León
.
Reacio a los homenajes, León pidió que, por favor, no se diga que el concierto y la exposición tienen ese fin. Eso quiere él, pero los amigos opinan otra cosa.