Una tercera elección nos haría pasar a la historia del disparate
Abriré un periodo de reflexión
para sopesar otras opciones, declaró
Jueves 14 de julio de 2016, p. 23
Madrid.
Parecida a la de enero, aunque con algunos matices, la situación política española está atascada. El presidente en funciones y aspirante a la relección, el conservador Mariano Rajoy, culminó este miércoles su ronda de contactos con el resto de grupos parlamentarios sin lograr acuerdo alguno ni sumar un solo diputado más a su causa. Con este escenario, si hoy se celebrase una sesión de investidura Rajoy sumaría únicamente los 137 votos a favor del Partido Popular (de Rajoy) de una mayoría absoluta de 176, las probables abstenciones de los 33 diputados de Ciudadanos y Coalición Canarios, y los votos en contra de los 180 escaños del resto de grupos. Es decir, la investidura de Rajoy sería rechazada, igual que le ocurrió a Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en marzo pasado.
El resultado electoral de los comicios del pasado 26 de junio confirmó el escenario de fragmentación en el Congreso de los Diputados tras la irrupción de las dos fuerzas políticas emergentes: los partidos Podemos y Ciudadanos.
Rajoy cerró su ronda de contactos preliminares con el socialista Pedro Sánchez, quien le confirmó que sus 85 diputados votarán no a su investidura, en la primera y en la segunda votación, para la cual sólo se exige mayoría simple, es decir, que haya más votos a favor que en contra. Tras la reunión, el mandatario en funciones reconoció que no tiene los apoyos necesarios para someterse a una sesión investidura, pero que al menos todos los grupos se comprometieron a intentar evitar unas terceras elecciones, lo que nos haría pasar a la historia del disparate
, señaló.
Rajoy advirtió que en caso de que se constate que no es capaz de sumar los votos necesarios para ser investido, entonces abriré un periodo de reflexión con los otros partidos
para sopesar otras iniciativas, lo que se interpretó como el primer indicio de que el mandatario pordría finalmente ceder el cargo ante la situación de bloqueo y permitir que otro líder de su partido, menos cuestionado que él, sea investido. Rajoy es el principal escollo para que al PP lo apoyen otras formaciones, como Ciudadanos, por estar implicado en el auge de la corrupción gubernamental de años recientes.
El socialista Sánchez insistió en que al día de hoy, el PSOE se reafirma en su voto contrario a la investidura de Rajoy. De 137 a 176 escaños, que es la mayoría absoluta, Rajoy tiene un largo camino que recorrer. Y entre esos 137 y 176 no puede contar con el PSOE. Nosotros votaremos en su contra como candidato a la presidencia del gobierno
.
Con este escenario, hay tres posibilidades muy complicadas: que Rajoy sea investido por mayoría simple con la abstención de al menos dos de los cuatro grandes grupos parlamentarios; que el socialista Sánchez intente una alianza de gobierno con Unidos Podemos (71 escaños), con Esquerra Republicana de Cataluña (nueve escaños), con Partido Nacionalista Vasco (cinco) y con Bildu (dos), más la abstención de Ciudadanos. Por último, la opción que ningún partido quiere, que es celebrar nuevos comicios en noviembre, que serían los terceros en un año.