Inauguran en el Museo Franz Mayer la exposición Autos a escala: arte, diseño y pasión
La finalidad es ofrecer una experiencia lúdica al público, adelanta el curador Tarsicio Padilla
Jueves 14 de julio de 2016, p. 6
Contar la historia del automóvil es narrar una parte importante de los recientes años de la humanidad, pero hacerlo a través de los coleccionistas y los armadores de autos a escala es meterse en un cuento, soñar, recuperar la infancia.
Ese es el espíritu que sustenta la exposición Autos a escala: arte, diseño y pasión, que hoy se inaugura en el Museo Franz Mayer.
Es un proyecto de la asociación civil Museo del Automóvil a Escala (MAE), recientemente formada, que agrupa a varios coleccionistas mexicanos, coordinada por Carlos García Cota y patrocinada por Alfredo Carrillo Careaga, entre otros entusiastas de esa iniciativa.
La exposición presenta una instalación con 250 piezas, además de casi 400 autos a escala que narran la historia del automovilismo, el diseño, la época de crisis que se vivió debido a la guerra en Europa, la moda y los deportes, entre otros aspectos.
Salpicadera, invento de un chino
Los coches pertenecen a 18 coleccionistas mexicanos, niños-adultos que sueñan a través del hechizo de fantasear al construir un auto, un objeto que llega a ser una obra de arte por la dedicación y esmero puestos en su fabricación
, señala el curador Tarsicio Padilla.
Por ejemplo, añade el también museógrafo, se muestra un auto construido con alrededor de 18 mil pequeñas piezas.
“La intención pedagógica del MAE es contar la historia del automovilismo de manera cronológica, mediante el encanto de esta colección, que no tiene más pretensión que brindar una experiencia lúdica al público, pues se trata de una visión que remite a la infancia.
Los autos pertenecen a quienes llamo señores-niños, silenciosos, hasta ausentes, que pasan horas concentrados en lo suyo. Son ellos los que han prestado sus tesoros para que todos juguemos.
Tarsicio Padilla, en colaboración con Marina del Campo y Fernando Navarro, preparó la narrativa museográfica que muestra cómo el automovilismo afrontó la crisis de la Primera Guerra Mundial, cuando había escasez de material metálico y se dejaron de hacer los prototipos a escala para fabricar armamento.
“Fue cuando nació el plástico. También mostramos cómo las compañías Ford y Volkswagen ‘vestían’ de camuflaje los autos, o cuando Hitler mandó hacer un pequeño auto para que fuera el transporte accesible del pueblo.”
En la muestra el público podrá apreciar uno de los primeros autos a escala vendidos en jugueterías en 1950; mide cuatro centímetros y “es un cochecito de plomo; también reproducimos la mesa del modelista, la mesa donde sueña. Presentamos la revolución del color y las innovaciones hasta llegar a la parte deportiva, con los diferentes modelos diseñados para competencias, como las carreras de Le Mans, Nascar y Fórmula Uno.
“Ahí está también la historia del rally de 1907 en París, cuando los autos corrían por las vías del tren; en uno de ellos venía un intérprete chino que, harto del lodo que lo salpicaba, le pegó unas tablas al coche, y así inventó la salpicadera. Presentamos autos en ocho escalas diferentes.”
Autos a escala: arte, diseño, pasión se inscribe en las celebraciones por los 30 años del Museo Franz Mayer y la conmemoración de los 50 años del automodelismo. Acompañada por una exhibición de autos clásicos, en el estacionamiento del recinto que se ubica en avenida Hidalgo 45, Centro Histórico, la exposición concluirá el 28 de agosto.