El precio de entre 80 y 90 pesos que alcanzó el kilo de aguacate este mes rebasó el de varios alimentos y productos de consumo básico.

El fruto llegó a comercializarse más caro que los 74.60 pesos en los que se vende, como precio máximo, un paquete de 24 rollos de papel higiénico de una marca económica como Suavel; triplicó el precio de 28.50 pesos de un cartón con 12 huevos de Bachoco, y equiparó los 86 pesos de un kilo de chuleta ahumada, de acuerdo con los precios de supermercados que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) revisa cotidianamente.

Esta última semana el precio fluctuó entre 60 y 70 pesos por kilo.

Ni siquiera un salario mínimo diario, fijado en 73.04 pesos para este año, fue suficiente para comprar aguacate, del que México es el principal exportador a nivel mundial. Si bien en algunos lugares este alimento comenzó a abaratarse, Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) previó que el precio permanecerá alto hasta que concluya este mes.

Así que, por lo pronto, en lugar de comprar un kilo de aguacate, por el mismo precio una familia puede adquirir 5 litros de leche pasteurizada Lala, que se vende entre 13.50 y 15.40 pesos, o bien cuatro litros de aceite 123 a 23.50 pesos, e incluso entre dos y tres bolsas con 2 kilos de azúcar, ya que el precio varía de 29 a 40 pesos, dependiendo de la marca y el lugar donde se adquiera.

Un frasco de 175 gramos de Nescafé también resulta más barato que el aguacate porque se comercializa a 54.24 pesos en promedio, y lo mismo puede decirse de un refresco que se consume ampliamente en el país como la Coca-Cola, cuya presentación de dos litros representa apenas la tercera parte del máximo de 90 pesos por kilo que alcanzó el aguacate en días pasados.

El precio del aguacate siempre se ha encarecido entre mayo y julio, por lo que se considera un alza estacional, pero ahora se repitió la historia de 2011 cuando también subió a 90 pesos por kilo. En ese entonces resultó más caro que un kilo de bistecFoto José Núñez

Un solo aguacate puede pesar 250 gramos y, en consecuencia, se ha comprado por 20 pesos, lo mismo que cuesta un kilo de jitomate o bien uno de cebolla e incluso de chile serrano, los cuatro ingredientes esenciales para la salsa mexicana o pico de gallo.

El precio del aguacate siempre se ha encarecido entre mayo y julio, por lo que se considera un alza estacional, pero ahora se repitió la historia de 2011, cuando también subió a 90 pesos por kilo, aunque en ese entonces resultó más caro que un kilo de bistec.

No se esperaba que el precio desde origen del aguacate se incrementara en forma tan considerable. Sin embargo, tal alza obedeció a la influencia de varios factores: por una parte, la producción de la floración normal estaba concluyendo, proceso que se aceleró porque se tuvieron primero heladas y luego granizadas, que afectaron el producto que se encontraba aún en el árbol, explicó Horacio Chávez Chora, analista de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

En contraste, y según el mes de que se trate, el productor de aguacate sólo ha recibido entre 10 y 30 pesos por kilo del fruto en los últimos tres años, es decir la mitad o la tercera parte del precio registrado en tiendas de autoservicio o mercados, de acuerdo con un análisis de GCMA, basado en estadísticas oficiales.