Coacalco, Méx.

Cada noche, miles de luciérnagas iluminan parte de la Sierra de Guadalupe, reserva natural del Valle de México que se ha convertido en un santuario urbano para el avistamiento de estos lampíridos.

La luciérnaga prácticamente se había extinguido, pero debido a los trabajos de reforestación y preservación realizados por grupos ambientalistas y personal de la Secretaria del Medio Ambiente del estado de México, en años recientes ha reaparecido en la Sierra de Guadalupe.

Para quienes gustan de este espectáculo único de la naturaleza, desde hace algunos años, durante todo el mes de julio, se realizan los llamados Recorridos de la noche de luciérnagas, a cargo de la agrupación Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi (Franature).

En pro de su preservación

Durante julio y agosto es cuando ocurre el avistamiento. En esta ocasión Franature organizará recorridos diarios hasta el domingo 31 de julio.

La actividad comienza a partir de las 19 horas. Primero en el auditorio del Centro Ecoturístico y de Educación Ambiental de la Sierra de Guadalupe, ubicado en Coacalco, los visitantes presencian un video sobre la vida de las luciérnagas y la importancia de su preservación, así como otro documental didáctico que refiere una pequeña fábula de la serpiente y los bichos de luz.

Después se inicia una caminata de casi dos kilómetros hasta la reserva ecológica. Mientras se avanza y la noche cae, decenas de resplandores luminosos sorprenden a niños y adultos. En minutos la oscuridad es total y la luz emitida por las luciérnagas se observa cada vez más intensa. Desde el camino se ven los escarabajos luminosos, así que los visitantes no invaden los matorrales y árboles donde se posan.

Nos encantó, es un verdadero espectáculo observarlas. Hace 15 días fuimos a Nanacamilpa, pero no pudimos ver nada, expresó uno de los asistentes.

La caminata es agradable y ver a las luciérnagas es disfrutable, lo recomendamos mucho. Haces conciencia de que debes cuidar la naturaleza, dijo Yadira Rodríguez, otra visitante.

Los grupos de asistentes no pasan de 30 personas y al final del camino participan en una dinámica sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Desde ese punto, en lo alto de la Sierra de Guadalupe y viendo hacia el horizonte también se observa la luminosidad de los focos y lámparas de las viviendas de los fraccionamientos de la zona urbana, que amenaza a esta reserva ecológica.

Las luciérnagas son miembros noctámbulos de la familia de los lampíridos; existen en el mundo unas 2 mil especies, señaló Lucila Vázquez Córdova, coordinadora de Franature.

Tienen órganos lumínicos especiales situados bajo el abdomen. Cuando relampaguean están tratando de atraer compañeros. Las hembras depositan sus huevos en la tierra y allí se desarrollan las larvas hasta la fase adulta; se alimentan bajo tierra de gusanos y babosas, explicó.

En la inauguración de los recorridos, el delegado de conservación ecológica, Gerardo Valverde, y el regidor de Ecología del ayuntamiento de Coacalco, Luis Hernández, hicieron un llamado a seguir conservando el hábitat de la especie.