La importación de autos usados de Estados Unidos y Canadá subió 10 por ciento entre enero y mayo respecto de la cifra registrada en el mismo periodo del año anterior, informó la industria automotriz.

De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Distribuidores de Automotores (Amda) a mayo de este año, la importación de autos usados llegó hasta 75 mil 398 unidades, una décima parte más frente a los 68 mil 437 que se introdujeron el año pasado.

El número de autos importados desde Estados Unidos y Canadá equivalió a 13 por ciento del total de vehículos nuevos vendidos en el país en el mismo periodo, que fue de 587 mil 320.

La Amda alertó sobre el exhorto hecho el pasado 29 de junio al gobierno federal por la diputada panista por Baja California María Eloísa Talavera Hernández para que cumpla el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y deje de obstaculizar la libre importación de vehículos usados provenientes de Estados Unidos y Canadá.

El organismo respondió que si bien efectivamente el TLCAN estipula los requisitos para la importación de autos usados y un cronograma de apertura, esto es sobre la base de que la regla de origen que deben cumplir los autos usados es la misma que la de nuevos.

Dicha regla consiste en que el exportador debe acreditar que 62.5 por ciento de los componentes del vehículo en cuestión son originarios de la región de Norteamérica.

Detalló que esta regla de origen es la única en el TLCAN que fija la rastreabilidad de los componentes, y adicionalmente al porcentaje referido, estipula la obligación de hacer auditorías al proveedor de partes esenciales, así como acreditar que conservó durante un periodo de cinco años después de la fecha de la firma del certificado, los registros relativos al origen del bien.

Recordó que durante el sexenio de Vicente Fox, el gobierno mexicano decidió de forma unilateral permitir la importación de vehículos usados que no pudieran acreditar la integración de valor para cumplir la regla de origen, pero que hubieran sido manufacturados en cualquiera de los países integrantes del TLCAN.

Lo anterior, mediante el pago de un arancel de tan sólo uno por ciento para vehículos destinados a permanecer en la franja y región fronteriza y de 10 por ciento para aquellos a ser importados en forma definitiva al resto del país.

No obstante, recordó que dicho decreto fue burlado por los importadores mediante amparos de la justicia federal, lo cual, aseguró, les permitió importar chatarra, vehículos siniestrados, robados en Estados Unidos y la evasión del pago de aranceles.

Agregó que las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a favor de la regulación federal terminaron con el lucrativo negocio de unos cuantos y la aplicación estricta del decreto por parte del SAT ha limitado la internación de vehículos usados.

La importación de autos usados promueve actos ilícitos como la falsificación de documentos (facturas apócrifas, certificados de emisiones falsos), así como conductas delictivas de quienes están involucrados en la internación de vehículos usados al país, dijeron los vendedores de autos.

Exigieron a las autoridades fiscales y aduaneras la aplicación irrestricta de la ley y una revisión detallada de tales prácticas, que calificaron de ilegales y que aseguraron burlan el estado de derecho.

Según el organismo, entre octubre de 2005 y mayo de 2016 se importaron 7 millones 533 mil automóviles usados, 67.1 por ciento del total de vehículos nuevos vendidos por la industria nacional en el mismo periodo, que asciende a 11 millones 209 unidades.