Fráncfort.

La onda expansiva de la decisión de Reino Unido de dejar la Unión Europea (UE) se ha extendido por toda Europa hasta su extremo sur, donde Portugal está tratando de contener discretamente una crisis bancaria.

Desde la impactante decisión del Brexit el 23 de junio, la atención del sector bancario se ha centrado principalmente en Italia, donde la morosidad es una preocupación y las acciones de las entidades financieras se han desplomado, al igual que la confianza.

Está poniendo a todo el sistema bancario bajo presión, dijo Gunnar Hokmark, diputado del Parlamento Europeo, haciéndose eco del nerviosismo expresado por inversionistas entrevistados por Reuters. Será grave para países con una situación frágil, dijo Hokmark, quien ayudó a redactar la normativa que impone las pérdidas a los bonistas y grandes depositantes de los bancos quebrados, que Portugal e Italia quieren suavizar para permitir la ayuda estatal.

Si no hay rescate de Italia, entonces podría haber una fuga de capital en los bancos, dijo Thomas Mayer, quien dirige un instituto de análisis propiedad del gestor de fondos alemán Flossbach von Storch.

Los problemas de Portugal han atraído menos titulares que los de Italia, pero sus consecuencias no son menos perjudiciales. Las estadísticas muestran que los ahorros portugueses se están gastando, al contrario que en Italia, y la deuda privada es mucho mayor.

Un responsable de la Unión Europea que pidió no ser identificado dijo que la situación de Portugal es tan crítica como la de Italia, pero es poco probable que se trate con indulgencia porque es más pequeño y no supone una amenaza sistémica a la estabilidad financiera de Europa.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, sugirió que Portugal podría necesitar otro rescate después de recibir en 2011 un paquete de ayuda de 78 mil millones de euros de la UE y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, un segundo alto cargo de la zona euro descartó esa posibilidad y dijo que el tema de un rescate se ha enfocado más en Italia.

Los bancos de ambos países están luchando con la morosidad y necesitan más capital. Aún así, con deudas públicas superiores a 130 por ciento del producto interno bruto, ninguno tiene mucho margen para ayudar. La Comisión Europea inició un proceso disciplinario contra España y Portugal el jueves por déficit excesivo en 2014 y 2015.

Las tensiones políticas en Europa también se han profundizado: Roma y Lisboa están tratando de flexibilizar las normas de la UE para ayudar a los bancos en problemas, pero se han encontrado con la resistencia de la potencia económica Alemania y el ejecutivo Europeo, la Comisión Europea.

Pide Alemania acelerar la salida de Gran Bretaña

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, instó a los dirigentes europeos a actuar con celeridad en el proceso de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. “Tenemos que negociar de forma rápida, para que el Brexit no origine un incendio”, dijo en una entrevista con el diario Augsburger Allgemeine.

Sostuvo que la Unión Europea todavía es la respuesta correcta y sigue siendo el vehículo adecuado para cumplir con los desafíos de la globalización.

Schäuble entiende que, una vez que se ha confirmado la voluntad de los británicos de abandonar la Unión, Europa debe afrontar la crisis de credibilidad con pasos concretos. Ahora se necesitan soluciones pragmáticas y no, de nuevo, interminables debates de las instituciones, concluyó.

Europa debe demostrar rápidamente valor para lidiar con la crisis de migrantes y el desempleo entre los jóvenes en el sur de Europa, añadió.

(Con información de Dpa)