Unos 2 mil 500 presos han abandonado las cárceles tanto federales como locales desde el pasado 18 de junio, en que entró en vigor la llamada miscelánea penal, que limita la aplicación de la prisión preventiva, informaron fuentes del Poder Judicial Federal.

Se prevé que en las próximas semanas o meses otros 45 mil presos puedan enfrentar en libertad sus procesos tras el pago de alguna garantía económica o el cumplimiento de otra medida cautelar distinta de la prisión preventiva.

Entre los beneficiados están aquellos acusados de fraude, robo de hidrocarburos, delitos fiscales, lavado de dinero, hurtos no violentos, todos los ilícitos cometidos por servidores públicos, falsedades (de documentos, de declaración, etcétera) o delitos menores de droga.

La reforma en la materia establece la posibilidad de que reos procesados bajo el sistema penal anterior puedan tramitar ante el juez de su causa la revisión de las medidas privativas de la libertad o de prisión preventiva que les hubieran impuesto.

Ahora los únicos delitos que ameritarán prisión preventiva forzosa son: delincuencia organizada, homicidio doloso, violación, secuestro, trata de personas e ilícitos cometidos con armas o explosivos.

Por eso los internos podrán buscar la libertad provisional y optar, en cambio, por brazaletes electrónicos, arraigo domiciliario, prohibición de salir del país o de una localidad, presentación periódica ante el juez o pago de fianza.