La calificadora internacional Fitch Ratings señaló que el apoyo otorgado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a Petróleos Mexicanos (Pemex) ha sido simbólico más que material e insuficiente, por lo que se espera que el gobierno ejecute acciones de apoyo significativas cuando la empresa lo requiera.

La firma mantuvo estables las calificaciones para Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por el vínculo estrecho y estratégico que ambas empresas tienen con el gobierno federal.

Sin embargo, dijo que a pesar de la importancia que Pemex tiene para la industria mexicana y las finanzas públicas, los comunicados de apoyo de Hacienda, así como la aportación modesta de capital anunciada y reducciones marginales impositivas no son suficientes, de tal forma que se espera que el gobierno mexicano ejecute acciones de apoyo significativas cuando Pemex así lo requiera.

Fitch destacó que Pemex es la compañía más grande de México y una de sus mayores fuentes de ingresos, y describió la importancia financiera que tiene para el gobierno federal al señalar que “durante los últimos cinco años sus transferencias a la federación han promediado 49 por ciento de sus ventas ó 126 por ciento sobre el resultado operativo. Estas contribuciones a través de regalías, aprovechamiento, impuestos y derechos representan un promedio de entre 25 y 35 por ciento de los ingresos del gobierno mexicano”.

El resultado, señaló, se advierte en que desde el cierre de 2009 el balance general de Pemex se ha debilitado y se refleja en un capital contable negativo. Puntualizó que a pesar del tratamiento pari-passu con la deuda soberana en el pasado, la deuda financiera de Pemex en realidad no cuenta con una garantía explícita del gobierno. El tratamiento pari-passu consiste en establecer una cláusula en un contrato financiero para precisar que los créditos deberán guardar las mismas igualdades de derechos y obligaciones en relación con otras deudas similares de un mismo emisor.

Fitch señaló que la calificación individual de Pemex se ha debilitado en los últimos años a consecuencia de las altas tranferencias a la hacienda pública, y advirtió que de seguir esa ruta, la deuda de la compañía podría llegar a niveles insostenibles al superar 100 mil millones de dólares para 2017.

Previó que la producción de la petrolera continuará a la baja en los próximos años como resultado de la reducción de inversiones en exploración y desarrollo de campos. Aunque consideró que la diversificación de activos petroleros productivos reduce el riesgo de grandes caídas en la producción. Cantarell, el gigante que durante años fue la fortaleza de Pemex y los ingresos gubernamentales, hoy en día aporta menos de 15 por ciento de la producción, y en opinión de Fitch el objetivo de incrementar la producción de crudo a 3 millones de barriles diarios de mediano a largo plazos constituía un desafío. Pemex cerrará 2016 con una producción de 2.1 millones de barriles al día.

De la CFE dijo que se mantendrá como el generador de electricidad más importante de México. Su monopolio en las actividades de transmisión y distribución de electricidad hace a la compañía estratégicamente importante para la economía del país.