En países en vías de desarrollo como México las políticas antialcohol tienden a ser muy débiles y a ello se suma el potencial de cabildeo de las grandes trasnacionales que elaboran esos productos y que buscan afianzar sus mercados en estas latitudes, especialmente entre los adolescentes y jóvenes, que son quienes más sufren los efectos nocivos del excesivo consumo de alcohol, aseguró María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.

Al participar en el seminario Dimensionando el impacto del consumo de alcohol en la salud de los mexicanos, expuso que el mayor aumento de ingestión excesiva de este producto ocurre entre mujeres, sobre todo en adolescentes y jóvenes de 13 a 18 años, agregó Rafael Lozano Ascencio, director del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública. Medina Mora detalló que mientras en 1991 éste era de 5.3 por ciento, en 2014 llegaba a 13.3, y en hombres pasó de 13.4 a 15.7.

El incremento del consumo excesivo, detalló Lozano, no sólo aumenta los problemas de salud, como la diabetes o los padecimientos del hígado, sino que también impulsa el alza de la violencia y los accidentes, como los automovilísticos, lo que también deviene en muerte y discapacidad.

La también académica de la UNAM hizo notar que el consumo de cerveza, que muchos erróneamente consideran prácticamente inocua, ha incidido en estos números, y se pronunció por la prohibición de la publicidad, el aumento de impuestos y medidas legislativas para frenar la disponibilidad, entre otros aspectos, como ha ocurrido con el tabaco.

La experta señaló que la carga de la enfermedad (relacionada con el consumo de alcohol) más importante está en la población joven, y expuso que diversos análisis nos hablan de este índice tan alto de población que está haciendo consumo excesivo: 14 por ciento en secundaria y preparatoria y una porción importante de quinto y sexto de primaria, 2.4 en hombres y mujeres.

Apuntó que en las Américas, y esto coincide con México, tres cuartas partes de las personas que tienen problemas con el alcohol nunca llegan a un tratamiento formal. Insistió en la importancia de la prevención y el tratamiento y de que en los historiales médicos se maneje el tema y no sólo se pregunte de manera marginal si se bebe, sin ahondar en el tema.

Medina Mora estimó que en el diseño de políticas restrictivas, de regulación y preventivas tenemos que incorporar todas las bebidas alcohólicas y no pensar que algunas no son tan dañinas. Insistió en el aumento precios vía tributaria, que debe ser de por lo menos 10 por ciento superior a la inflación, así como la vigilancia de la producción no regulada y el contrabando.