Anoche continuaban las negociaciones entre las corrientes del PRD para encontrar una salida a la designación de quién sustituirá a Agustín Basave en la presidencia del partido, al hacerse hoy efectiva su renuncia a la dirigencia nacional.

El bloque opositor a Nueva Izquierda (NI) se mantenía por evitar que esta expresión recuperara la conducción del partido y los nombres de Alejandra Barrales y Pablo Gómez continuaban como las apuestas.

Algunos integrantes de ese bloque resaltaron que durante el periodo en que NI tuvo la presidencia, el sol azteca se desdibujó porque privilegiaron sus acuerdos con el gobierno.

El PRD pasó de estar a medio punto de lograr la Presidencia de la República en 2006, a tener una preferencia electoral de 11 por ciento conforme a los resultados de los comicios federales del año pasado, y hay algunos que consideran que aún va en picada.

Las propuestas

Alternativa Democrática Nacional (ADN), Izquierda Democrática, Frente de Izquierda Progresista, Patria Digna, Vanguardia Progresista y una parte de Foro Nuevo Sol apostaban hasta el cierre de esta edición porque la presidencia interina se designe por mayoría calificada de los consejeros, y no por las dos terceras partes que establece el estatuto.

Defienden que esta vía es válida porque se trata de nombrar un sustituto al periodo de tres años para el que fue electo Carlos Navarrete, aunque renunció al cargo hace ocho meses por la debacle electoral de 2015 y fue sustituido por Basave.

Están convencidos de que si el proceso se judicializa, no se revertirá su decisión porque la presidencia de ningún instituto político puede quedar acéfala.

En cambio, Nueva Izquierda, Galileos y otra parte de Foro Nuevo Sol pugnaban porque hoy el Consejo Nacional designe a Beatriz Mojica como encargada de despacho por 30 días, y en ese periodo negociar el interinato.

Ayer, en medio de la negociaciones entre las distintas expresiones que componen al partido, se dejó abierta la posibilidad de que se considerara a un cuarto candidato –sin dar nombres– para sustituir a Basave.

También, entre un cúmulo de comentarios en torno a las negociaciones, destacaron diversas versiones de que en un encuentro con Vanguardia Progresista, Nueva Izquierda habría expresado que apoyaría a Barrales si le cedían la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de México, que dejaría la ex líder sindical, y dos carteras más. Asimismo, se mencionó que le habrían ofrecido el control del sol azteca en la capital del país.