Puerto Varas, Chile.

Si bien la Alianza del Pacífico está diseñada como ruta para deparar bienestar y prosperidad a las sociedades, debemos lograr que los mecanismos que ahí están, sus herramientas, sean realmente empleadas, utilizadas y sirvan a la población sin importar el sector, el tamaño empresarial o su ubicación, instó el presidente Enrique Peña Nieto.

Así resumió la preocupación y el sentido de las discusiones presidenciales en la décimo primera cumbre anual de Chile, Colombia, México y Perú –socios en ese mecanismo de integración– frente a los escenarios de incertidumbre y volatilidad derivados del Brexit y de un eventual triunfo de Donald Trump en las elecciones por la Casa Blanca de noviembre en Estados Unidos.

Desde mayo pasado, las cuatro naciones liberaron 92 por ciento de su comercio, avanzaron en la eliminación de visas y aceleraron sus objetivos de tener libre movilidad de personas, bienes, servicios y capitales. Esto, subrayó Peña Nieto, es de una escala mayor a cualquier otro tratado de libre comercio que se tenga en el mundo.

La retórica del mandatario fue compartida por sus tres colegas. Michelle Bachelet, la anfitriona chilena, Juan Manuel Santos, de Colombia, y el peruano saliente Ollanta Humala, suscribieron ese apremio por hacer más incluyente las posibilidades de la alianza.

Se ocuparon de incorporar esta vez una agenda social de temas de futuro en los ámbitos laboral, medio ambiente, digital y un mandato específico para dar acceso oportuno y a buen precio a medicamentos, con el fin de humanizar los servicios de salud.

La alianza tiene el desafío de dar una cara de inclusión social y no sólo el aspecto económico y comercial, (sino) que también sirva para la gente de pocos recursos, que se democratice, que llegue a la población y ésta la mire, toque y la sienta suya, resaltó el peruano Humala.

En esta población, ubicada en la orilla del lago Llanquihue y como telón de fondo los nevados volcanes Osorno y Calbuco, los mandatarios refrendaron su compromiso por acelerar las facilidades al comercio mediante sistemas digitales y ventanillas únicas, alentar las inversiones y concretar para 2018 el sistema unificado de trámites aduanales.

El presidente Enrique Peña Nieto indicó ayer ante los mandatarios de los países que integran la Alianza del Pacífico que se debe lograr que los mecanismos del tratado regional sirvan a la población sin importar el sector, el tamaño empresarial o su ubicaciónFoto Afp

Además, pactan dar respaldos económicos y programas para incorporar a las pequeñas y medianas empresas a los acuerdos de la alianza. Se estableció el Fondo del Emprendedor y una plataforma para compartir las ventajas de ese tipo de negocios al mercado de los cuatro países, mediante un observatorio regional y formar una red de centros de desarrollo empresarial.

Para el colombiano Juan Manuel Santos, quien llegó aquí precedido del triunfo de los acuerdos de pacificación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la firma del documento suscrito hace una semana en La Habana todavía no es el acuerdo final, (aunque) nos acercamos muchísimo.

Insistió en que la paz en Colombia va a beneficiar a todo el continente y no es (mérito) del presidente Santos, es de todos los colombianos y de la región.

Dio el relieve político a la alianza al recordar que cuando ésta se formalizó, tanto en Chile como en Perú y México había presidentes de signos políticos distintos a los actuales. Este instrumento, aseguró entonces, está por encima de la coyuntura política de los partidos y se perfila como una integración de éxito y poderosa, lo que es una magnífica señal.

Peña Nieto ilustró: En la pasada década, el intercambio comercial entre los cuatro países de la Alianza del Pacífico se incrementó 39 por ciento, mientras con el resto de las naciones de América Latina prácticamente tiene un crecimiento cero.

En la declaración final de la cumbre, los cuatro países acuerdan seguir con atención, en su calidad de Estado observador, el proceso que se lleva a cabo en Reino Unido en su relación económica-comercial con la Unión Europea, y ratificar el objetivo de la Alianza del Pacifico de potenciar su relación con esa nación.