Dada la complejidad de lo ocurrido en Nochixtlán, Oaxaca, las investigaciones que realiza la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para conocer la forma en que sucedieron los hechos y determinar posibles responsabilidades, llevará su tiempo, señaló Enrique Guadarrama López, segundo visitador general del organismo nacional, quien también encabeza el grupo enviado a esa entidad.

Además, informó que las medidas cautelares para la adecuada atención médica de las personas lesionadas en los hechos está siendo cumplida por las autoridades, con la participación de personal médico y sicológico de la propia CNDH.

En entrevista con La Jornada, el segundo visitador general eludió el tema del supuesto desabasto de alimentos a causa de los bloqueos carreteros que realiza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Estamos en la zona, estamos en los retenes, en las casas, en las clínicas, en las calles; estamos concentrados en atender a las personas, y no podríamos hacer señalamiento de otros temas, dijo.

El funcionario de la CNDH reconoció que los bloqueos que realiza la CNTE continúan, pero que estos se efectúan de manera periódica, dejando pasar los automóviles cada determinado tiempo.

No obstante, reiteró la postura de la CNDH sobre el tema de los bloqueos, y advirtió que el ejercicio legítimo de los derechos a la libertad expresión y la protesta pacífica, no deben afectar derechos de terceros, tales como el libre tránsito de personas, vehículos y mercancías por las distintas carreteras de la entidad. Guadarrama López explicó que el trabajo de la CNDH se da en dos vías desde su llegada a Nochixtlán: el primer día de los hechos, que dejó un saldo de nueve personas muertas y más de un centenar de heridos. Por una parte, dijo, se realiza una investigación seria de donde eventualmente saldrá una recomendación del caso, y por la otra, atiende a las víctimas que dejaron los enfrentamientos durante el desalojo policiaco.

Aclaró que no sólo se trata de la atención médica a los lesionados en los daños corporales provocados, sino también en la parte sicológica. Citó el caso muchos de los niños y niñas de la colonia 20 de noviembre, que tuvieron que mudarse temporalmente a otro lugar cercano, ante el temor de nuevos hechos violentos.