La desesperación de las víctimas
i hay algún municipio donde se han denunciado desapariciones es Chilapa, una de las localidades de la entidad más golpeadas por la violencia.
La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa capturó la atención mundial debido a que se trató de jóvenes, y, otro elemento extraordinario, eran estudiantes, pero en Chilapa la organización Siempre Vivos tiene registrados 64 desaparecidos, con su respectiva relatoría sobre los hechos.
Por estos raptos la Procuraduría General de la República (PGR) tiene 38 denuncias, que siguen siendo muchas. Uno que fuera, debería ser motivo de alarma.
Las desapariciones se recrudecieron hace 13 meses, cuando supuestos policías comunitarios comandados por comisarios de localidades cercanas a la cabecera municipal irrumpieron y tomaron la comandancia de la policía municipal, se llevaron las patrullas e instalaron retenes.
A los cinco días se fueron, previo acuerdo con fuerzas federales, llevándose a 14 ciudadanos. Sus familiares afirman que la búsqueda no ha dado resultado alguno.
El Centro de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos y Pavón ha llegado al punto de exigir al gobernador Héctor Astudillo Flores y a la Fiscalía General del Estado la creación de una instancia especializada en desaparición forzada y búsqueda de personas.
Quizás sea la desesperación de los buscadores lo que los lleve a pensar que una fiscalía dependiente del gobierno estatal tendría mejor resultado que más de 4 mil soldados, marinos, policías federales, gendarmes y fuerzas estatales que han participado en la operación que supuestamente frenaría la violencia en ese municipio.
Podría ser la angustia o la frustración lo que los mueve a concluir que una fiscalía especial dependiente de la inoperante Fiscalía General del Estado sea capaz de encontrar a los ausentes que no han podido hallar agentes del Ministerio Público federal, peritos de la Procuraduría General de la República y elementos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.
Simple y llanamente el gobierno federal no ha tenido la voluntad suficiente para dar con ellos y deja transcurrir el tiempo para desgastar la lucha de los buscadores.