Ottawa, Canadá.

El gobierno de México ha diseñado su agenda pensando en los jóvenes, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto. Pero en una reunión de él y el primer ministro Justin Trudeau con estudiantes de Canadá y extranjeros, debió admitir también que la inseguridad es una de las malas proyecciones del país.

No rechazó la existencia del fenómeno: se trabaja para resolverlo, el problema es que las malas noticias son, a veces, las noticias..., dijo.

Para el Presidente, no hay país exento de problemas de seguridad. En distinta escala, pero todos a final de cuentas tenemos que dar la batalla como gobiernos al crimen organizado, al crimen no organizado. Como en otras ocasiones, ubicó el problema en regiones específicas del país, mientras en otras hay condiciones que no están en este estigma.

A la pregunta específica de un joven sobre la violencia en México, aseguró: estamos trabajando y se redobla el esfuerzo para dar mejores resultados acreditables ante la sociedad mexicana.

Una prueba de la mejoría en este ámbito, indicó, es la creciente presencia de turistas extranjeros en el país: Hay miles de turistas que no son de primera vez, que regresan a México, y (ellos) son un buen testimonio de que las condiciones de seguridad han mejorado.

Los jóvenes –mexicanos, canadienses y en menor medida de otros países– asistentes a la amplia oferta de este país en materia de enseñanza e intercambio académico, interrogaron a Peña y a Trudeau sobre temas tan diversos como la equivalencia de títulos, las opciones para incorporar a personas con discapacidad a los programas, la enseñanza del inglés y la oferta de carreras en México en ámbitos tan novedosos como la aeronáutica.

Sobre esto último, el mandatario respondió que se trabaja para hacer trajes a la medida de las nuevas exigencias de los sectores de mayor desarrollo, en seguimiento al modelo alemán.

Trudeau dijo que los jóvenes deben abrazar al mundo en vez de ocultarse de él, y que cuanto más se fomenten intercambios dinámicos será mejor para ellos y los países.Y Peña aseguró: La mejor herramienta para los jóvenes es ofrecerles una educación de mayor calidad, porque eso enriquece su visión y permite al país disponer de mayor capital humano.

Tras este encuentro, el mandatario fue a los jardines de Rideau Hall –la casa del gobernador general de Canadá, David Johnston, donde el Presidente se hospedó estos días– para cumplir con el protocolo canadiense para todo dignatario en visita de Estado: sembrar un árbol.

Ahí, entre bromas sobre si palear la tierra le lastimaba la espalda y recordar una anécdota similar de cuando hizo la misma acción el asesinado presidente John F. Kennedy, el mandatario también saludó a un grupo de jornaleros temporales mexicanos.

Ellos, que para Peña Nieto son ejemplo de una migración ordenada y de mutuo beneficio para los países de origen y destino, contaron rápido y con visible nerviosismo desde cuándo vienen a Canadá a las cosechas y de dónde procedían. Algunos con décadas en este programa, no pudieron omitir el porqué de su permanencia en el mismo: su sueldo actual es de 11.25 dólares canadienses la hora, mientras en México apenas pueden conseguir 80 pesos por día.

Por la noche, Johnston ofreció una cena a Peña Nieto donde ambos resaltaron una vez más la importancia de las relaciones bilaterales. Particularmente se agradeció la ayuda de la hija del político canadiense, Debbie, para colaborar en la instrumentación del Nuevo Sistema de Justicia Penal.