El penal de Topo Chico, ubicado en Monterrey, no garantiza la vida e integridad de sus internos al no existir control por parte de la autoridad, documentó la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Nuevo León (Cedhnl), la cual propuso que el reclusorio sea reubicado o remodelado.

El organismo presentó ayer un informe de sus investigaciones sobre los hechos violentos ocurridos en Topo Chico el 11 de febrero y el primero de junio pasados, en los cuales murieron 52 personas y 26 resultaron lesionadas. La comisión advirtió que el penal se encuentra en pésimas condiciones y se violan los derechos al trato digno, alimentación, salud, reinserción social y actividades productivas.

La ombudsman estatal, Sofía Velasco Becerra, dio a conocer que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos determinó atraer el caso Topo Chico por considerarlo de suma gravedad, dado que no se están cumpliendo las normas de mando y control por parte de la autoridad penitenciaria.

Desde el motín del 11 de febrero, cuando murieron 49 internos de Topo Chico y 12 fueron heridos, el gobierno estatal comenzó a reubicar presos. Por ello, durante las más recientes visitas de la Cedhnl no se encontró sobrepoblación, pero sí se determinó que se encuentra al borde de su capacidad. Además, es el único de los tres centros penitenciarios de Nuevo León que aloja a mujeres sin contar con áreas de salud especiales para ellas.

Hay falta de normatividad y control por parte de las autoridades, que han permitido que la seguridad personal no esté garantizada. Por ello, algunos internos piden cambiar su estancia a una zona segura. Se encontró que en espacios destinados para dos personas convivían hasta 16, señaló Velasco Becerra.

Destacó que la Cedhnl documentó casos de tortura en el penal, sobre todo entre internos, y que el personal de custodia es insuficiente, no está debidamente capacitado y percibe bajos salarios, además de que internos procesados y sentenciados no están separados. Hay escasa ventilación; el calor es insoportable; los servicios sanitarios no son suficientes y no hay higiene, sostuvo.

La alimentación, agregó, es de pésima calidad y muy limitada. En cuanto a la salud, no hay médicos suficientes ni medicamentos; las personas que viven con VIH o cáncer no reciben tratamiento adecuado, al igual que los pacientes con enfermedades mentales.

Jaime Santoyo Castro, secretario general de Gobierno de Zacatecas, anunció ayer que se construirá un muro divisorio dentro del penal de Cieneguillas (el más grande del estado) para impedir que reos de grupos antagónicos continúen con sus riñas, que han dejado muertos y heridos, como ocurrió el fin de semana, cuando perecieron dos convictos y cinco resultaron lesionados.

Reconoció que no será posible erradicar las peleas, pero ya estamos tomando medidas. Por ejemplo, se está construyendo un nuevo muro divisorio para separar dos pabellones en Cieneguillas.