A dos días de que venciera el plazo, pero sin cumplir con la totalidad del acuerdo, la empresa concretera Fortaleza, perteneciente al grupo Carso, ubicada en la zona conocida como Nuevo Polanco, cerró sus puertas y anunció su reubicación fuera de la Ciudad de México, ante las quejas por el ruido y la contaminación que producía.

Desde muy temprano, sin convocar a los vecinos, la jefa delegacional de Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, visitó el predio ubicado en la calle Presa Falcón, y por medio de la red Periscope, hizo oficial el cierre de la fábrica, junto con el representante de la empresa, Pedro Mora, y Elvira Téllez, integrante del comité vecinal de la colonia Ampliación Granada.

Ayer me llamó el director de la concretera, Pedro Mora, y me dijo que dos días antes de que termine el plazo estaban en condiciones de concluir sus actividades. Es una muestra de que mediante el diálogo se alcanzan acuerdos en beneficio de todos, expresó la jefa delegacional.

Lo anterior sorprendió a los colonos, quienes desde diciembre del año pasado, –después de varias protestas–, habían logrado, con la intermediación de las autoridades delegacionales, el compromiso de la concretera de detener sus operaciones a partir del 30 de junio, pero también el de realizar obras de mitigación en la zona aledaña, que no se hicieron.

Gustavo García, representante vecinal del polígono de las Granadas, señaló que el acuerdo se realizó en su momento con los representantes de nueve comités ciudadanos y organizaciones civiles e incluía la pavimentación con concreto hidráulico de las calles Miguel de Cervantes Saavedra y Presa Falcón, que están destrozadas por el paso de vehículos pesados.

Nadie de los que estuvimos en la mesa de negociación fuimos convocados y después nos enteramos que el acuerdo se cumplió a medias. El cierre de la empresa, sin duda, es buena señal, porque se elimina una fuente de contaminación, pero las obras de mitigación no se hicieron y difícilmente en el futuro se lograrán, expuso.

En su opinión, la empresa logró el tiempo que requería para producir el cemento que necesitaba para sus construcciones y además obtuvo el uso y ocupación de tres torres, dos de departamentos y otra de oficinas, que anteriormente se le había negado, porque no se habían liberado las medidas de mitigación.

Ya se le otorgó la ocupación y ahora no hay ningún incentivo para que cumpla, si no lo hizo antes, apuntó, y señaló que las autoridades delegacionales también se comprometieron a intervenir para que grupo Lar, que construyó el desarrollo inmobiliario Polárea en el predio aledaño, cumpla con la dotación de áreas verdes que ofreció a los condóminos, lo que tampoco ha hecho.