Oaxaca, Oax.

José Antonio Estefan Garfias, el derrotado candidato de la coalición PRD-PAN a la gubernatura de Oaxaca, se cuida de no acompañar el grito, pero avanza firme por las calles despobladas de turistas: ¡Gabino, culero, el pueblo es primero!

La marcha sella la ruptura del PRD con Gabino Cué. Al paso que va, el mandatario cerrará en solitario la puerta de palacio cuando entregue el mando a Alejandro Murat, al arrancar diciembre.

Acompañan al ex candidato, diputados, líderes municipales y militancia rasa que llega en autobuses de los municipios cercanos.

Los perredistas lanzan las mismas consignas que se escuchan en las marchas de la sección 22. Luego, en un mitin que realizan a un costado del templo de Santo Domingo, reparten culpas entre los secretarios de Educación y Gobernación.

Estefan Garfias, candidato de Gabino Cué, gana el mayor aplauso cuando dice: “Pido la comparecencia del gobernador del estado de Oaxaca, para que ante el Congreso de la Unión rinda un informe puntual de lo ocurrido… y se finquen las responsabilidades correspondientes”.

¡Duro, duro, duro!, le responde la pequeña multitud.

Hoy más que nunca es necesaria una tregua en Oaxaca, sigue Estefan frente a militantes que han recibido para la ocasión camisetas amarillas con leyendas de respaldo al magisterio.

El secretario general estatal del PRD, Hugo Jarquín, quien dice que por congruencia no votó a favor de la educativa ni de ninguna otra de las reformas de Enrique Peña Nieto, asegura que en la represión del domingo fueron asesinados dos militantes de esa organización.

No podemos aceptar que hombres de esa pequeñez intelectual estén dirigiendo la secretaría que dirigió nuestro paisano José Vasconcelos, dice el diputado federal Francisco Martínez Neri, coordinador de los perredistas en San Lázaro, en referencia a Aurelio Nuño Mayer, a quien de paso manda al basurero de la historia.

Principal promotor de la protesta de este día, según fuentes perredistas, el también ex rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez arenga: “Si se pudo con la ley 3 de 3, también se debe poder en materia de educación”.

A lo largo del día versiones de prensa mencionaron la excarcelación del secretario general de la 22, Rubén Núñez Ginés, y por liberado el crucero de Nochixtlán. No ocurre ninguna de las dos cosas.

La familia y los abogados del líder desmienten los informes que lo dan por liberado.

En Nochixtlán, como sucede cada vez que los manifestantes lo juzgan conveniente, el crucero fue liberado la noche del viernes, pero amanece bloqueado.

Mientras los perredistas marchan, una treintena de presidentes municipales de la Mixteca –destacadamente los del distrito de Nochixtlán que fueron mencionados en la nota del viernes pasado– y los Valles Centrales se reúnen en esta ciudad para ratificar su condena a la represión y su oposición a la reforma educativa, a la vez que exigen justicia, la intervención de organismos internacionales y atención urgente a los heridos.

En la parte medular de su pronunciamiento lanzan también un duro mensaje a los dirigentes del magisterio: Hoy consideramos necesario avanzar en la construcción de una agenda común que nos unifique a los pueblos con los maestros, no sólo para solidarizarnos con ellos, sino para que las necesidades y las demandas de los pueblos se incorporen y sea una lucha de apoyo recíproco, pues los pueblos hemos puesto presos, torturados y muertos en las luchas magisteriales y populares; pero donde también exijamos a los compañeros maestros  que avancen en el saneamiento de sus filas y se reconstruyan como movimiento para fortalecer el movimiento popular.

Abandonan el barco

El lunes, la reunión del gabinete de Cué tendrá dos integrantes menos, pues renunciaron el secretario de Trabajo, Daniel Gutiérrez, y el titular de Asuntos Indígenas, Adelfo Regino.

El segundo ajusta cuentas, en una breve entrevista, con el gobierno del que formó parte: Gabino Cué será recordado como el hombre que logró la alternancia en 2016, pero que seis años después trajo de vuelta el fantasma de la violencia y la crispación.

Regino, un destacado dirigente mixe que rumió largo tiempo su separación del cargo, cierra así el capítulo: La luz esperanzadora del cambio derivó en desolación para Oaxaca.