Al quedar segundo, el actual campeón enfrentará a Italia en octavos de final de la Eurocopa
Álvaro Morata puso al frente a la furia roja al anotar al minuto siete
Nikola Kalinic igualó los cartones y a tres minutos del final Ivan Perisic consiguó el triunfo
Sergio Ramos falló un penal
Miércoles 22 de junio de 2016, p. a13
Burdeos.
Croacia se lo propuso y lo consiguió: venció a una España que parecía imbatible. La derrotó con voluntad y buen toque, en un alarde de futbol que por momentos fue heroico, y con un 2-1 que arrebata la cima del grupo D a la furia roja y la condena a enfrentar a Italia en octavos de final de la Eurocopa.
Fue una afrenta significativa, pues los españoles no caían en el torneo desde la edición de 2004.
El actual campeón del torneo continental se adelantó al minuto siete con un gol de Álvaro Morata. El partido parecía ser por completo del cuadro hispano, pero el tesón de los croatas empezó a restar dominio al rival.
Al borde del minuto 44, Nikola Kalinic empató con una técnica desbordada de belleza, en un salto en el que empujó la pelota con el tacón. Un penal errado por Sergio Ramos dejó ir la oportunidad de cobrar nueva ventaja y en un contragolpe asombroso Ivan Perisic cruzó con la zurda para el tanto de la victoria.
El equipo de Vicente del Bosque, que tanto había gustado en los dos anteriores partidos, no supo descifrar el jeroglífico que le propuso su rival y desaprovechó la ventaja tempranera de Morata.
A España le valía el empate para ubicarse primero de grupo, pero ni eso consiguió. Croacia cerró como líder, con siete puntos, uno más que la furia roja.
El conjunto de Ante Cacic se medirá a un tercero de otro grupo el 25 de junio.
Croacia probó algo nuevo en esta Euro: ir a buscar a España al campo contrario. Ese gesto de desafío, con un equipo rápido y decidido en el ataque, descontroló al equipo de Del Bosque, quien no logró descifrar la propuesta.
Precipitado en muchas ocasiones no consiguió apoderarse del ritmo de juego. España alternó grandes momentos de futbol con otros de desconcierto. Ni siquiera le asentó el temprano gol, que llegó con un espectacular pase filtrado de Silva, que remató Fábregas por la línea de gol. Morata sólo empujó para asegurar.
Cinco minutos después Croacia encadenó dos oportunidades a partir de dos errores individuales españoles. Primero, Sergio Ramos perdió un balón y Kalinic provocó la intervención de David de Gea. Después, el arquero español perdió un balón en su área y éste acabó en los pies de Ivan Rakitic, quien disparó suavemente por encima de De Gea. La pelota recorrió un largo camino que abarcó el larguero, un palo y la línea de gol antes de salir lejos del área de la furia roja.
Con Iniesta menos inspirado que otras noches, España vivió de Silva, quien dio un recital bajo el sofocante calor de Burdeos. Fue el único volante español que proporcionó algo de control. Su equipo vio tantas facilidades en la defensa rival que le faltó aplicarse en la precisión.
Croacia fue atrevida, en una mezcla de osadía y temeridad, pero que le dio frutos con un gol que nadie esperaba. Ni Ramos ni De Gea, quienes miraron pasivos como Kalinic enganchó la pelota con el tacón y empató el partido.
España no corrigió en la segunda parte. Trató de controlar la cancha para quitar pólvora a los croatas. Y pudo recuperar la delantera en el marcador al 71 con polémico penal, presuntamente cometido sobre Silva, que pocos vieron.
Darijo Srna se acercó a su portero Danijel Subasic y algo le susurró al oído que dejó al arquero sonriendo, como si anticipara que con ese gesto Ramos cobraría mal y se la mandaría a las manos.
La acción insufló nuevas fuerzas en los balcánicos, que hicieron un último esfuerzo que encontró recompensa. A tres minutos del final lanzaron un contrataque vertiginoso aprovechando un mal balance español. Perisic, el mejor jugador del partido, llegó como un rayo y marcó aprovechando una mala ubicación de De Gea.
España se complicó la vida en el torneo continental. Ahora le espera Italia mientras se inquieta por el camino más sencillo que ahora transitará Croacia, el que tuvo tan cerca y dejó escapar.