Con motivo de la reunión que los tres jefes de Estado de América del Norte tendrán el 29 de junio en Ottawa, Canadá, centenares de científicos, intelectuales, artistas y ciudadanos hacen un nuevo llamado para que los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama, y el primer ministro Justin Trudeau, tomen acciones prontas y enérgicas para preservar el fenómeno migratorio de la mariposa monarca.

Durante la cumbre de los líderes de América del Norte celebrada en Toluca, el 19 de febrero de 2014, los presidentes de México y de Estados Unidos, así como el entonces primer ministro de Canadá, Stephen Harper, emitieron la siguiente declaración: Nuestros gobiernos establecerán un grupo de trabajo para garantizar la conservación de la mariposa monarca, una especie que simbolizó nuestra asociación.

Así fue como los tres jefes de Estado respondieron a la profunda preocupación expresada en una primera carta firmada por cientos de expertos internacionales en la monarca, intelectuales, artistas y científicos, que los urgían a tomar decisiones encaminadas a proteger a esos lepidópteros en el futuro y recomendaba la creación de un corredor reconocido como esencial para su reproducción a lo largo de su ruta migratoria por Canadá, Estados Unidos y México.

Amenaza letal al hábitat

En los tres países se desarrollan actividades de conservación para proteger a la mariposa monarca, sin embargo la necesidad de tomar acciones más efectivas se ha vuelto todavía más imperiosa. A principios de año, un grupo de científicos predijo que la población migratoria oriental tiene una probabilidad sustancial de casi-extinción, advirtiendo que necesita aumentarse por lo menos a 225 millones para reducir a la mitad el riesgo de extinción y para prevenir la pérdida de una población migratoria viable.

Según la carta, cuya lista de firmas la encabeza Homero Aridjis, presidente del Grupo de los Cien, ahora las monarcas enfrentan una nueva amenaza potencialmente letal en su hábitat invernal. “En 2007, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales otorgó a Grupo México (la corporación minera más grande del país) una concesión para reabrir una vieja mina en Angangueo, para extraer cobre, zinc, plomo, plata y oro debajo de la zona núcleos de la reserva.

El proceso minero extraerá grandes cantidades de agua del subsuelo y la expulsará fuera del área de extracción, pero el agua es vital para las monarcas en hibernación y para mantener el ecosistema forestal circundante. No existe precedente para exponer las mariposas monarcas hibernantes a una operación minera de estas proporciones, y el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa no habla de las inevitables y dañinas consecuencias que tendrá para las mariposas, las cuales constituyen la razón misma de que exista la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca.

En la carta dirigida a los tres jefes de Estado se indica que para tener éxito en las acciones, se requerirán actividades en los tres países: mitigación de la pérdida del hábitat de reproducción debida al uso de herbicidas que eliminan los algodoncillos, mediante la protección de terrenos con algodoncillos y fuentes de néctar nativo; cese total a la tala en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, y la prohibición de actividades mineras en la reserva. Un liderazgo que responda a estos desafíos es crucial; la mariposa monarca es una de las criaturas más extraordinarias e icónicas del planeta, amada por mucha gente, y además, representa una conexión fundamental entre nuestros tres países.

La misiva está firmada por Paul Auster, Tom Hayden, Robert F. Kennedy Jr., Laura Esquivel, Manuel Felguérez, Bárbara Jacobs, Carmen Parra, Fernando del Paso, Elena Poniatowska, Vicente Rojo, Margaret Atwood, J.M.G. Le Clézio, Antony Gormley, Alan Riding y Fernando Ortiz Monasterio.