El mexicano lleva el humor en los genes; se burla de todo. Es un factor que nos hace sobrellevar la vida ante todas las complejidades de este país. Pero el humor en el cine mexicano nos da identidad, asevera el polifacético actor Alfonso Arau.

El también cineasta pertenece a una de las distintas generaciones de cómicos que se reúnen en la exposición ¿Actuamos como caballeros o como lo que somos?: el humor en el cine mexicano.

La muestra se montó en la Galería de la Cineteca Nacional, y rinde homenaje a tres grandes de la comedia nacional: Mario Moreno Cantinflas, Germán Valdés Tin Tan y Joaquín Pardavé.

En entrevista con La Jornada, Alfonso Arau ahonda sobre el humor en la cinematografía nacional: “En Europa, Asia o África no entenderían este tipo de cine, porque desencaja de su contexto social y cultural, algo único de los mexicanos. Podemos decir que sólo nosotros lo entendemos; es un cine exclusivamente para nosotros.

“Un ejemplo: si vieran una película sobre Cantinflas no la comprenderían a pesar de ser muy gracioso, por sus gestos, movimientos o por su peculiar forma de hablar, a la que no se le entendía nada. Un aspecto más serían los chistes o albures: se requiere gran inteligencia e ingenio para comprenderlos y, en su caso, responderlos.

Una condición para que alguien cuente un chiste y haga reír a otra persona es que ambas tengan el mismo entendimiento, estructura y contexto sociocultural, explica.

De la carpa a la televisión

Curada por el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón, colaborador de La Jornada, la exhibición hace un recorrido por la historia de la cinematografía mexicana: remonta a las pastorelas de la época de la Colonia, pasa por las carpas, las zarzuelas y el circo del siglo XIX; sigue con las comedias rancheras de Pedro Infante y Jorge Negrete; recorre el ácido humor de Mauricio Garcés y el género de ficheras, hasta anclar en programas televisivos como Los Polivoces y La carabina de Ambrosio, y el cine contemporáneo.

Alfonso Arau es director de Calzonzin inspector y Como agua para chocolate, entre otras películasFoto Roberto García Rivas

Esta muestra es una maravilla, porque atrae la mirada de todas las edades al tener un amplio panorama sobre los mejores momentos del humor en el cine mexicano. Considero la combinación humor-cine como factor de identidad en los mexicanos, en nuestra cultura, acota Arau.

El director de Como agua para chocolate, quien hizo mancuerna cómica con el actor Sergio Corona durante la década de los 70, asegura que en la actualidad películas en las que actúan Tin Tan, Cantinflas o Clavillazo son vigentes, por su simplicidad humorística.

Tras su larga trayectoria como cómico, critica: “Veo diferencia entre generaciones de cómicos actuales de los que conocí cuando comencé en las carpas, donde estuve con los grandes como Clavillazo, el gran Tin Tan o (Mario García) Harapos, quienes no decían una mala palabra, todo era sobreentendido o con doble sentido, por lo que se debía tener cierta inteligencia sociocultural para decirlo, entenderlo y responderlo.

Los cómicos de ahora son muy talentosos, pero tienen esa característica de decir un montón de malas palabras, son unos léperos increíbles. No me gusta porque son menos ingenioso en su trabajo, al punto de caer en lo vulgar. Que me disculpen mis compañeros, pero es lo que creo. Sin embargo, así son las cosas y los gustos para el público: todo cambia con el tiempo, reflexiona.

Sobre el frijollywood, término que emplean algunos de sus colegas connacionales que trabajan en la industria estadunidense, remata: “No me gusta por ser un self clowning (autoburla), un autochiste denigrante contra los mexicanos”.

¿Actuamos como caballeros o como lo que somos?: el humor en el cine mexicano cerrará el 18 de octubre.