Viernes 17 de junio de 2016, p. 2
Dolores Béistegui adelantó a La Jornada que Papalote Museo del Niño reducirá el número de exhibiciones en esta nueva etapa que comenzará el 30 de julio, cuando reabra sus puertas al público, totalmente renovado.
Precisó que de las 240 que mantenían en piso antes del actual proceso de remodelación de sus espacios y renovación de contenidos, quedarán sólo 104, gran parte de ellas nuevas, aunque se mantendrán algunas de las más representativas del acervo, como la pared y la cama de clavos, a lo que se sumará un nuevo programa de actividades educativas.
La sobreoferta no es necesariamente un beneficio. Con el museo renovado, en esta nueva experiencia queremos que los niños y los visitantes se detengan en cada exhibición un promedio de 20 minutos, para que realmente vivan la experiencia en cada una de las exposiciones
, aclaró.
La dispersión o la sobreoferta atomizaba mucho el esfuerzo y realmente la experiencia de aprendizaje se veía un tanto mermada. El público tenía que correr de un lado a otro, para realmente poder más o menos ver todo. Ahora será más en calma y alcanzará a ver todo.
La promotora cultural explicó que el museo decidió limpiar y despejar lo más posible sus espacios, así como tener menos exposiciones, con la finalidad de ofrecer una experiencia más amplia, la cual tiene como eje que la mejor manera de aprender es ir descubriendo, equivocándose, enojándose, hasta que encuentran las respuestas o soluciones.
Uno de los retos en el nuevo museo es garantizar la comodidad de la experiencia, y esto implica evitar hacer filas excesivas y tener cuellos de botella. Medir el tiempo de estancia en cada exposición, nos permite ayudar a planear la visita de manera más inteligente. Por tanto, la experiencia será más agradable que las que solíamos tener antes los días pico, como sábados y domingos o los feriados.