Hay 3 mil internos en un espacio construido para alojar a mil 300
Jueves 16 de junio de 2016, p. 25
Tlalnepantla, Méx.
La fuga de cuatro internos del penal de Barrientos revivió la vieja exigencia de acabar con el hacinamiento y sobrepoblación en esa prisión que, a decir del secretario de Gobierno, José Manzur Quiroga, fue construida para alojar a mil 300 internos y actualmente tiene 3 mil, 130 por ciento más. El funcionario admitió además un déficit de 85 elementos en el personal de vigilancia y custodia.
De acuerdo con el diagnóstico de supervisión penitenciaria 2015, dado a conocer en marzo pasado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Barrientos y cinco cárceles más, de las 21 que existen en el estado de México, salieron reprobadas por la sobrepoblación, falta de custodios y condiciones indignas en que viven los reos.
Mientras se desarrollaba el motín la noche de lunes, familiares de internos que querían saber lo que ocurría dentro, denunciaron irregularidades operativas de la prisión y pidieron que se ponga fin al sobrecupo.
La corrupción, explicaron, comienza desde la puerta del penal, donde hay que pagar una cuota hasta de mil pesos si no se tiene identificación oficial actualizada; además, se pagan propinas para ingresar alimentos, cigarros o refrescos, ropa extra u otros bienes que llevan a sus parientes.
Dentro del reclusorio, agregaron, todo tiene precio. Quien tiene dinero duerme en una celda con planchas y colchonetas, el resto en celdas con otros 15 internos. Aquí no caben y ello crea condiciones para que haya una corrupción tremenda en el penal
, planteó una madre.