Cantamos en un México herido, pero no de muerte; me recuerda al Perú que dejé por no poder gritar; todos los políticos se mochan, expresó ayer Tania Libertad, quien estuvo ayer con Guadalupe Pineda y Eugenia León, en una conferencia de prensa en la que recibieron un disco de oro por más de 45 mil unidades vendidas de su producción Primera fila, lo cual es un logro importante, pues el desarrollo de Internet y la piratería han reducido la venta del producto físico.

En el auditorio de Sony Music, las llamadas Tres grandes hablaron sobre México y cantaron cuatro temas en su estilo: potente y tequilero, romántico y profundo.

Guadalupe Pineda dijo: Muchas de estas canciones son de hace mucho tiempo; tienen la raíz común de la trova y la canción latinoamericana. Nos da gusto ver en los conciertos a mucha gente joven y comunicándose en las redes sociales. Es fundamental cantar a los demás y dejar un legado. Una canción latinoamericana tiene una poesía específica. Que en este disco hayan participado cantantes jóvenes es maravilloso. María León es una chica con una gran voz, con muchos dones. De otra generación está Paquita la del Barrio, Ely Guerra y Lila Downs. En otras presentaciones estuvieron Cecilia Toussaint y la señorona Aída Cuevas.

Sobre el caso específico de Te amaré, Tania Libertad precisó que fue ella la que lo sugirió. La quería cantar yo, pero me dije que había alguien que la podía interpretar mejor que yo y esa es Guadalupe Pineda.

Lupita: “Creo que Tania la hubiera podido cantar muy bien. Ella la eligió y yo quería cantar otra, Paloma de papel, que la interpreta también Tania. Intercambiamos temas. Con Chan Chan, de Compay Segundo, el productor hizo algo bellísimo y la gente se para a bailar. Es un arreglo distinto”.

Respecto del trabajo con la voz, Eugenia León explicó que primero se hizo la música y luego se le puso la voz. No hubo una planeación.

Un lugar en el que nadie me callara

Ante el México sangriento de las primeras planas de los diarios, Tania Libertad comentó: Me recuerda la época en la que tuve que salir de Perú. Me fui de mi país porque lo veía herido, en desgracia. Me fui a una nación que me permitiera desarrollar un poquito más todo lo que traía adentro, cantarlo, gritarlo, sin que nadie me callara. En ese entonces todavía aquí había instancias pagadas por el gobierno, como Fonapas, Issste, Socicultur. Dábamos dos conciertos por día en hospitales, reclusorios, en fin, esa época fue muy importante no sólo para mí, sino para nosotras tres. En este momento me da mucha pena que los artistas, los creadores, los pintores, los escritores, los poetas, no tengan dónde mostrar su arte. Eso ya no se puede hacer porque las carreteras están llenas de violencia; hay secuestros. La impunidad y la corrupción son padre y madre de todas estas desgracias.

Pineda abundó: “Es difícil que actualmente tres jovencitas hagan algo como lo que hicimos nosotras. Anduvimos en autobuses, trabajamos. México está herido, pero no de muerte, porque creo que todavía hay esperanza. Podemos salir adelante. Yo nunca había visto en este país lo que hoy se ve en las noticias. Es una descomposición social muy delicada, muy grave. Es verdad que en el mundo están también pasando cosas terribles, pero lo que nos atañe a nosotros, a nuestra nación, nos duele mucho. Seguimos cantando. México ha cantado siempre; en la Revolución con los corridos, en los días de los cristeros. Qué dolor que estas canciones del disco Pimera fila estén vigentes. Pareciera que se hicieron anoche... Te recuerdo Amanda, La muralla”.

Laberinto de violencia

Eugenia León: “Creo que nuestro país está entrando a un laberinto de violencia, y no es sólo entre grupos. No sabemos quién maneja este camión. Estamos en un autobús que no tiene chofer. Nos vamos derecho al desfiladero. Seguimos cantando como los músicos del Titanic. Seguimos creyendo en la luz, que podemos cambiar. Cantar es el último grito de rebeldía. Creemos que podemos cambiar individualmente contra estos canallas, traidores. Este país podría no usar el petróleo y utilizar otra enegía que no comprometiera la ecología. Ves generaciones de nuestros niños que comparten los abusos de la ley, del poder.

Del otro lado, la condición de impunidad, la complicidad, a partir de que vemos cómo se mochan todos. Hay una parte del país que está pensando en cómo destruir a México. Las votaciones ya no funcionan. ¿Cómo le hacemos para que la gente realmente tenga oportunidades? Debemos tener valor para exigir que ese presidente, ese diputado o ese senador den cuentas y se vayan de aquí. Estamos atrapados. Hay gente que muere porque tiene una elección con su vida íntima. Tenemos que aprender a discutir y a no tomarlo personal. Si uno es de un partido y el otro del otro, esto debe ser sin odio. Ser homosexual no tiene por qué ser una ofensa. No hemos aprendido a convivir. No podemos ver a un niño que tiene un bote de basura como silla y un avión presidencial que costó millones.