Atribuyen el dato al impuesto que se aplica a esas bebidas
Miércoles 15 de junio de 2016, p. 32
El impuesto de un peso por litro a las bebidas azucaradas que se venden en México contribuyó para que en los pasados dos años se redujera el consumo 8 por ciento, equivalente a 6.5 litros por persona al año, revelaron estudios que por separado realizaron el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.
El trabajo de esta última institución puntualiza que de un consumo de 139.4 litros per cápita en 2013, pasó a 132.9 litros en 2015, lo que, además, significa que nuestro país se mantiene en el primer lugar a escala mundial en la ingesta de refrescos, advirtió Fiorella Espinosa, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor.
El promedio mundial de consumo de estas bebidas se ha mantenido por varios años en 30 litros por persona, aunque en lugares como India y China los promedios son de 3.6 y 9.6 litros por año, respectivamente.
Esto significa, explicó Luis Manuel Encarnación, coordinador de la Coaliación Contrapeso, que la disminución que se registró en México entre 2014 y 2015 casi es equivalente al consumo de refrescos durante dos años en India, siendo que la población de esa nación es 10 veces mayor a la nuestra.
En conferencia de prensa, los activistas, integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria, comentaron que la investigación del INSP incluyó la información sobre la venta de refrescos y encontró con datos de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que en términos brutos aumentaron 6.4 y 7 por ciento en 2014 y 2015, respectivamente, pero después de hacer el ajuste por crecimiento poblacional, resulta que el aumento real de las ventas fue de 1.6 y 1.1 por ciento en cada uno de esos años.
De ahí se desprende que el efecto real del impuesto de un peso por litro de refresco resultó en la disminución de 6 por ciento en el primer año de su aplicación y de 8 por ciento en el segundo (2015).
Es la prueba, dijeron, de la efectividad del gravamen y su relevancia como parte fundamental de la estrategia contra el sobrepeso y obesidad, dado que 70 por ciento de azúcares añadidos que se consumen en México provienen de los refrescos, indicó Encarnación.
Dijo que hace falta complementar esta acción con otras, como el etiquetado entendible y útil, y la regulación de la publicidad dirigida a la infancia. Además, subrayó que también se requiere impulsar medidas como la instalación de bebederos en las escuelas públicas. La meta del gobierno federal es llegar a 40 mil inmuebles para el 2018, pero a escala nacional hay alrededor de 150 mil planteles de educación básica.