El PAN en el Senado propuso ayer formalmente que la discusión de la reforma constitucional en materia de seguridad pública –que establece el mando único policiaco y era parte del periodo extraordinario– se deje pendiente para septiembre.

El coordinador panista, Fernando Herrera, insistió en que los resultados electorales del 5 de junio obligan a su partido a permitir que los siete gobernadores electos del blanquiazul ‘‘den su punto de vista y hagan un análisis responsable y a fondo de esa reforma en materia policiaca’’.

Sin embargo, el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, hizo un último intento y comenzó a cabildear anoche a fin de lograr que la reforma se apruebe. Para ello cuenta con los votos de su aliado el PVEM, con los del PRD y algunos del PT, con lo que lograría la mayoría calificada necesaria por tratarse de una reforma constitucional.

Los presidentes de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, el priísta Enrique Burgos y Alejandro Encinas, de la bancada del PRD, respectivamente, lamentaron que en el PAN impere el cálculo político y haya desconocido el proyecto ya consensuado para reorganizar a las corporaciones policiacas federales, estatales y municipales.

‘‘Es un mal cálculo político y una gran irresponsabilidad, porque posponen uno de los asuntos más importantes que debe resolver nuestro país, que es el problema de deterioro, descomposición, corrupción del sistema policial, no de las policías municipales sino de todo el sistema en los tres órdenes de gobierno’’, recalcó el senador Encinas.