Ocho internos y siete policías estatales heridos, cinco patrullas dañadas y una quemada, conatos de enfrentamientos entre granaderos y familiares de los presos y un civil detenido, fue el resultado del operativo para controlar el motín ocurrido la noche del lunes en el penal de Barrientos, situación que permitió la evasión de tres reos, informó la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC).

Los disturbios se originaron después de que la tarde del lunes el reo Jonathan Gerardo Galicia Villegas, de 19 años, se fugó del edificio de juzgados de juicios orales y de control, contiguos al centro penitenciario. Una cámara de videovigilancia grabó cuando salió a la calle como cualquier civil, informaron policías estatales.

Tras emitirse la alerta de fuga, los celadores confinaron en sus celdas a los 2 mil reos para que el cuerpo de seguridad y policías estatales realizaran requisa, lo que molestó a los presos, que quemaron colchones y muebles y lanzaron proyectiles contra los custodios.

El motín se inició a las 20 horas y fue controlado pasadas las 22:40 por unos 400 granaderos que ingresaron para someter a los rijosos. Resultaron golpeados ocho policías, uno de los cuales fue hospitalizado, y siete reos. Durante la refriega un civil fue detenido por alterar el orden.

Fuera de la prisión permanecieron 700 elementos de la CESC, quienes cerraron el paso a la avenida del Trabajo, donde se ubica el penal. Conforme se difundía la información sobre los disturbios, los familiares de los reos acudieron para enterarse de la situación, hasta sumar unos 500 en el exterior del reclusorio.

¿Dónde está el director? ¡Que salgan a dar informes de nuestros hijos!, decían algunos, sin que la autoridad respondiera.

El vacío informativo desesperó a los familiares, quienes lanzaron proyectiles contra los granaderos, que a su vez respondieron con gases lacrimógenos. Los policías repelieron a los civiles hasta en cuatro ocasiones; en respuesta, los parientes de los reos arremetieron contra cinco patrullas, a las que les rompieron vidrios y dañaron la carrocería, una la incendiaron y otra estuvieron a punta de volcarla.

Eduardo Valiente, titular de la CESC, envió un mensaje de Twitter @CESC, pero ni siquiera había señal de Internet en las inmediaciones del penal, además, las familias lo que menos veían eran sus teléfonos.

El director del penal, José Luis Vega Carmona, y el jefe de vigilancia de la prisión, José de Jesús Mejía Bernal, fueron presentados ante Ministerio Público para declarar sobre la fuga y deslindarse responsabilidades en su contra.

Valiente llegó la mañana de este martes al penal a una visita de inspección; antes de ingresar ratificó que los tres prófugos durante el motín y el evadido de los juzgados ya eran buscados.

Saltaron una barda

Los prisioneros presuntamente lograron saltar una de las bardas de más de 5 metros de la prisión sin ser vistos ni por custodios ni por los más de mil elementos de seguridad que fueron desplegados en el lugar para contener la reyerta dentro de esta cárcel, considerada una de las más problemáticas de todo el estado.

La dirección del penal se dio cuenta de que faltaban los tres presos durante el pase de lista de las cuatro de la madrugada de este martes. Se activó la alarma y se alistó un dispositivo de búsqueda en el que participaron más de 200 policías estatales y federales, municipales de Tlalnepantla y efectivos del Ejército y de la Marina.

El secretario de Gobierno, José Mazur Quiroga, informó que el gobierno mexiquense ofrece 300 mil pesos a quien proporcione información que ayude a la recaptura de Ángel Roberto Chavero Hernández (estaba sentenciado por cohecho y homicidio desde el 26 de marzo de 2010), José Antonio Arvizu Caballero (sujeto a proceso por el delito de robo a casa desde el 10 de julio de 2013) y Bernabé Ángeles Ramírez (condenado a prisión por violación, desde octubre de 2010).

En Acolman, durante una gira de trabajo, el gobernador Eruviel Ávila Villegas anunció que dará seguimiento personal a las investigaciones por el motín.

He instruido se proceda con todo el peso de la ley para sancionar a quienes hayan provocado estas acciones delictivas intolerables. La estrategia de cero impunidad va en serio, va con todo, así es que estoy muy pendiente, que paguen caro quienes hayan provocado estas acciones, dijo.

Pasadas las 17 horas de este martes, familiares de los internos seguían ingresando al penal de Barrientos, donde los visitantes exigían servicios médicos y comida de calidad para los presos. Al momento, al menos 300 policías estatales refuerzan la seguridad del reclusorio.