Destacada actuación del arquero Király, el más veterano del torneo
Miércoles 15 de junio de 2016, p. a13
Burdeos.
Luego de 44 años, Hungría regresó a la Eurocopa con triunfo 2-0 sobre la favorita Austria, ayer en la apertura del grupo F en el Stade de Burdeos.
Los goles fueron de Adam Szalai, al minuto 62, y de Zoltán Stieber (87), cuando los austriacos jugaban con 10 elementos por la expulsión del defensa Aleksandar Dragovic, por doble amonestación.
Con una actuación de menos a más, el conjunto húngaro consiguió una importante victoria en su regreso a la competición europea, después de su cuarto sitio en Bélgica 1972, y tras haber clasificado a Francia en un repechaje ante Noruega.
El portero de Hungría, Gábor Király, de 40 años, se convirtió en el jugador más veterano en participar en una Euro, superando al alemán Lothar Matthäus (39 años).
Ante 34 mil 424 hinchas –80 por ciento de la capacidad del estadio– el partido tuvo un comienzo con acciones de peligro para Austria, pero con un mediocampo gobernado por su jugador David Alaba.
El integrante del Bayern Munich sorprendió en el primer minuto del encuentro al rematar al palo un zurdazo cruzado, que significó la jugada más clara de gol para el conjunto austriaco.
En una tímida primera mitad, el sistema abierto de Hungría dejaba huecos en medio, que Alaba ganaba en la disputa con el rival László Kleinheisler y el conjunto austriaco inquietó varias veces, pero no pudo concretar por la buena actuación de Király.
Sin embargo, en el complemento Robert Almer fue quien debió estar atento en la portería austriaca. Hungría perdió el miedo, se asentó en el partido y comenzó a cobrar protagonismo.
Primero avisó el capitán Balázs Dzsudzsák con un disparo desde 30 metros que obligó a Almer a rechazar a tiro de esquina.
Al minuto 62 llegó el primer gol del partido. Szalai construyó una sociedad con Kleinheisler y, justo antes de la intervención del arquero definió con la punta de su botín derecho para el 1-0.
El delantero de Hannover fue inmediatamente hacia atrás del arco, donde estaba la hinchada húngara, para armar un festejo alocado abrazando a sus compatriotas en las gradas.
Si el dominio de Hungría ya era claro con el gol, aumentó con la expulsión de Dragovic, al minuto 66, por una patada peligrosa que le valió la segunda amarilla.
Austria no pudo recuperarse de la pérdida de su defensa y el conjunto húngaro mereció un segundo gol para terminar tranquilo el partido.
El 2-0 llegó a falta de tres minutos del final, cuando Stieber definió magistralmente un contrataque de tres contra dos al picar el balón por encima de Almer.
La celebración húngara fue intensa, tras una sufrida clasificación y el retorno a los primeros planos luego del Mundial de 1986.
Al término del duelo, el técnico de Austria, Marcel Koller, dijo que el nerviosismo
y la falta de concentración
perjudicaron a sus jugadores: Tuvimos un buen comienzo, pero el equipo estaba nervioso, no sé por qué. Perdieron muchos balones, hubo falta de atención, algo que nunca antes había visto en mi plantel
.
Por su parte, el entrenador de Hungría, Bernd Storck, elogió el desempeño de su arquero: Király estuvo bien. Él también empujó al equipo hacia la victoria al conservar en cero la portería con sus buenas atajadas
.