Al pie de la Supervía Poniente y junto a la barranca Tarango, la colonia Lomas de las Águilas, ubicada en la parte alta de delegación Álvaro Obregón, es asediada por las desarrolladoras inmobiliarias, que han comenzado a convertir las residencias unifamiliares en conjuntos habitacionales, sin contar con permisos.

Los vecinos tenemos que estar a la caza de cualquier movimiento dentro de los predios, y sólo así hemos logrado que lleguen las autoridades de la delegación y el Invea para detener los trabajos, refirió Silvia Urquidi, de la fundación Unidos para la Preservación de las Áreas Verdes.

El caso más reciente se suscitó en Picagregos número 56, donde se talaron 30 árboles y se inició la excavación para una nueva construcción, cuya magnitud se desconoce. En el lugar se colocaron sellos de suspensión de actividades al no acreditar la autorización para la obra, pero el constructor intentó continuar con los trabajos mediante engaños.

Llegaron con una olla de concreto para colar; decían que ya tenían el oficio del retiro de los sellos, pero no lo mostraron. Los vecinos impedimos el paso hasta que llegó la autoridad, que ordenó que pararan, detalló Juan Bustos, también integrante de la agrupación.

A decir de esa organización, este mismo modus operandi se ha detectado en otros predios. En Gipaetos 130 se talaron 25 árboles y con los trabajos de excavación se desgajó un talud que afectó las propiedades aledañas. Se logró parar la construcción y que se retirara la maquinaria, pero se han negado a realizar la mitigación del riesgo colindante.

A unos pasos, en Picagregos 208, se erige un edificio con ocho departamentos, cotizados en 7.5 millones de pesos cada uno, que se clausuró cuando estaba a punto de concluir.

En ese sitio hubo una serie de irregularidades, entre ellas que no cuenta con el uso de suelo, y no han podido ser subsanadas, pero continuaban los trabajos dentro del predio, refirió la fundación Unidos para la Preservación de las Áreas Verdes.

Además de estas construcciones, también se detectó la violación al uso de suelo con la operación de un bar clandestino de intercambio de parejas o swingers en Estorninos 113, que ya fue cerrado por la autoridad delegacional.