Casi una tercera parte de los afiliados del Seguro Popular son indígenas, la mitad de los que viven en Oaxaca y hasta 71 por ciento de los que se ubican en Yucatán, y aunque el esquema les garantiza acceso a los servicios de salud desde el nivel básico hasta el de alta especialidad, sólo 15 por ciento hace uso de grandes hospitales para los padecimientos graves que cubre el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.

Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) que realizaron la Encuesta de Satisfacción de Usuarios del SPSS (Sistema de Protección Social en Salud) 2015 advierten que lo anterior revela problemas de inequidad en el acceso a los servicios médicos.

La investigación también destaca que una tercera parte de los afiliados (18 millones) son beneficiarios del programa Prospera. De este grupo aún están pendientes de incorporarse 4.8 millones, según la estrategia del gobierno federal para avanzar en la cobertura de los sectores sociales más desprotegidos.

El estudio, efectuado a petición de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, para obtener información sobre la atención en servicios que reciben los afiliados, cuya operación es responsabilidad de los gobiernos de los estados, encontró que también entre los beneficiarios de Prospera existen variaciones en el acceso.

Entre estos entrevistados se descubrió que correspondían a 38.2 por ciento de los que se encontraban en el primer nivel (centros de salud) y sólo 19.1 por ciento en el tercer nivel (alta especialidad).

Un dato que en diferentes partes del reporte se menciona es que a 7.1 por ciento de los afiliados del Seguro Popular, en promedio, les pidieron que compraran los medicamentos para su atención, lo cual es irregular si se trata de productos incluidos en el Catálogo Universal de Servicios de Salud (Causes) o de tratamientos para enfermedades cubiertas por el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.

En el caso de los indígenas, 3.6 por ciento dijo que le cobraron por la consulta, y a 11.6 por ciento en el servicio de urgencias. En el análisis del grado de acceso a los diferentes niveles de atención, la encuesta detectó que los integrantes de pueblos originarios representaron 24.3 por ciento de los entrevistados respecto del total de pacientes que eran atendidos en el primer nivel de atención, mientras que en el tercer nivel sólo eran 10.2 por ciento.

Como ocurre entre los afiliados en general, también para los indígenas se detectaron deficiencias en la operación del SPSS, pues sólo 22 por ciento sabe de la existencia del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos y menos de 14 por ciento ha hecho uso de estos recursos.

Además, señala el estudio, es notorio que un alto porcentaje de la población indígena (72.9 por ciento) no conoce al gestor del Seguro Popular, quien debe brindar apoyo para hacer efectivo el acceso a los servicios médicos.

Entre quienes sí lo conocen, menos de la mitad dijo que el funcionario se le ha acercado para preguntar por su satisfacción con el servicio y la atención recibidos.