La Agencia de Aduanas lo transferirá a autoridades de México
Viernes 10 de junio de 2016, p. 4
Un vez que sea liberado de la prisión de alta seguridad de Atwater, en California, Héctor Luis El Güero Palma Salazar será entregado a oficiales de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (ICE, por sus siglas en inglés), quienes lo transferirán a autoridades mexicanas, informó ayer la embajada de Estados Unidos.
En un comunicado, la legación ratificó que el mexicano será excarcelado por el Buró de Prisiones en los próximos días –se ha manejado la posibilidad de que sea el sábado 11 de junio–, tras haber cumplido 85 por ciento de su condena y mostrar buena conducta.
Recordó que Palma fue arrestado en México en 2002, mediante una orden de arresto provisional emitida por Estados Unidos. Purgó cinco años en una cárcel mexicana, mientras se procesaba su extradición al país vecino, en concordancia con el tratado vigente en la materia.
Luego de ser enviado a Estados Unidos se declaró culpable ante una corte. En 2008 fue sentenciado a 16 años de prisión por transportar 50 kilos de cocaína.
La representación diplomática resaltó que en el sistema judicial estadunidense los cinco años que Palma pasó en una prisión mexicana contaron como tiempo purgado bajo la sentencia emitida por un juez de California. Como parte del esquema de buena conducta del Buró de Prisiones, se programó su liberación tras haber cumplido 85 por ciento de su sentencia, explicó en un comunicado.
La embajada añadió que Estados Unidos y México mantienen una fuerte cooperación en materia de seguridad, incluyendo una saludable relación de extradición bajo un robusto tratado bilateral en la materia. La Casa Blanca está comprometida a continuar fortaleciendo dicho vínculo.
A Héctor Luis El Güero Palma se le ubica como uno de los miembros más importantes del cártel de Sinaloa, del que forma parte Joaquín El Chapo Guzmán, actualmente detenido en una cárcel de Ciudad Juárez.
A Palma se le atribuye haber participado en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993, quien falleció en el aeropuerto internacional de Guadalajara donde aguardaba la llegada del nuncio apostólico Girolamo Prigione.