Mientras Juan Ignacio Reyes irá a Río 2016 por más preseas para su colección –hasta ahora suma siete en cuatro participaciones en Juegos Paralímpicos–, los clavadistas Melany Hernández y Rodrigo Diego acudirán a sus primeros juegos con el propósito de llegar a la final y subir al podio.

Ya no hay mexicano chiquito, vamos con hambre de ganar todo. Ver a Juan Ignacio Reyes con siete medallas olímpicas es una gran motivación, afirmó Diego, presentado ayer entre los calificados becarios de Grupo Martí.

Vamos por todo, no simplemente a hacer un buen papel o a ver lo que pasa o a ir a pasear. Ahora tenemos un objetivo bien claro. Nos estamos preparando para eso y dejaremos todo en la raya, aseguró el clavadista jalisciense, quien se prepara bajo la batuta de Iván Bautista, a quien llamó el mejor entrenador.

Resaltó que podrá presentarse en la prueba de tres metros con uno de los clavados de mayor dificultad, y aunque no será una tabla de competencia tan alta como las de sus compañeros, los medallistas olímpicos Iván García y Germán Sánchez, en una final de este tipo todo puede pasar.

Hernández (17 años), calificada en trampolín, será una de las deportistas más jóvenes de la delegación. Sé que soy novata en un escenario muy grande, pero desear una medalla no me quita nada, señaló.

Se mostró consciente de la dificultad de avanzar al grupo de las mejores ocho desde una eliminatoria de 54 participantes, pero convencida de que podría repetir la presea de bronce que hace cuatro años ganó Laura Sánchez.

Juan Ignacio, múltiple campeón mundial y paralímpico de natación, mencionó que ha preparado su prueba, los 50 metros dorso, sólo que ahora ha sorteado una lesión en la rodilla: “El objetivo es el oro. La competencia principal es el rival de Rusia y otro de República Checa, quienes están apretando. Al final, si es plata o bronce, estaré satisfecho.