A corto plazo, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) comenzarán a excavar en las laderas del cerro Cuahilama,punta del iceberg de un espacio de alto potencial ar-queológico en Xochimilco.

Esa área abarca tres kilómetros, de los pueblos Santa Cruz Acalpixca y San Gregorio Atlapulco a San Bartolomé Xicomulco, y forma parte del Proyecto de Salvamento Arqueológico Cuahilama-Piedra Larga, con recorridos de superficie, levantamientos topográficos y fotografías.

En el sitio se harán estudios en las áreas habitacionales detectadas en Piedra Larga y en la restauración y conservación de 10 de 16 monumentos prehispánicos labrados.

Piedra Larga, un bastión

A mediano plazo, el propósito es poner en valor la totalidad del cerro Cuahilama mediante una protección física que permita una visita más frecuente y respetuosa del entorno. El tercero es lograr que este proceso de investigación aporte nuevos datos y una nueva interpretación sobre la importancia cultural, arqueológica e histórica de Xochimilco y, en general, el sur de la cuenca de México, dijo el arqueólogo Juan Carlos Campos Varela.

Entre 1420 y 1521, cuando los antiguos xochimilcas diri-gían su mirada a uno de sus espacios más venerados, el cerro Cuahilama, se hallaban frente al enemigo, los mexicas, que habían convertido el área de Piedra Larga en su bastión.

El INAH, en busca de este pasado y otros más remotos de esta zona al sur de la cuenca de México, ha articulado un plan arqueológico integral y de carácter interdisciplinario.