En la reunión de política monetaria que se realizará el próximo 30 de junio, el Banco de México (BdeM) tomará en cuenta el comportamiento del peso y la decisión sobre las tasas de la Fed, sostuvo anoche en un acto el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens. Frente a la volatilidad que se espera en el mercado cambiario los próximos días, México está preparado para evitar fuga de capitales, principalmente por los incentivos que brindan la recién ampliada línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI), agregó. Según dijo, estamos bien pertrechados más que por la línea y el monto, por los incentivos que nos da esa línea de mantener un marco macroeconomico sólido. El aval del FMI sobre la fortaleza de nuestro marco macroeconómico, con el tiempo se deberá ir reflejando en diferentes variables económicas, incluido el tipo de cambio, llevándonos a una mayor estabilidad”, dijo.