El analfabetismo femenino también alcanza elevados índices
Lunes 30 de mayo de 2016, p. 34
En México se dan las tasas más altas de analfabetismo femenino, y la desigualdad de ingresos entre hombres y mujeres es mayor que en otros países de América Latina, situación que sólo se rompe en tres municipios: Zacualpan, estado de México, y Churizio y Yurécuaro, Michoacán, señala Ignacia Fernández, directora de Rimisp, Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
Entrevistada en el contexto de su visita a México para presentar el informe latinoamericano de la organización, cuya sede se localiza en Chile, Fernández explicó que en el reporte de este año se presentan las brechas que hay entre varios territorios de países con distintas dimensiones de desarrollo socioeconómico.
Vemos brechas territoriales en materia de salud, educación, dinamismo económico y empleo, seguridad ciudadana, ingreso y pobreza, así como la dimensión de género. Lo que muestra el análisis es que en varias aspectos se ven mejoras, avances positivos, tendientes a acortar brechas entre los territorios que están peor y mejor. Nada de esto ocurre en lo referente al género, no hay ninguna mejora. Tampoco hay retrocesos ni es peor la situación, pero no hay ninguna tendencia para superar ese problema.
Consideró que en la explicación de esta desigualdad no sólo influyen temas individuales, como el menor grado de escolaridad de las mujeres o que no tienen donde dejar a los hijos mientras trabajan, variables importantes, “pero hay temas vinculados al lugar donde las personas viven, el territorio y la estructura productiva de su residencia, el tipo de empleos a los que pueden acceder.
Por mucho esfuerzo que hagamos por capacitar, por generar espacios de emprendimiento y asegurar sistemas de cuidado, si no hay empleo para las mujeres o si es precario, todo el esfuerzo de inversión en ese sector se pierde.
Agregó que otro aspecto determinante es la forma en que las políticas públicas llegan al territorio, cada lugar es distinto y deben ser específicas o pertinentes a esa realidad.
También se evalúa la capacidad de asociación de las mujeres, a mayor capacidad de organización social o de adherirse a sindicatos más posibilidades tienen de mejorar su situación
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Indicó que el argumento es invirtamos en las mujeres y en la situación de ellas, pero también en el lugar donde viven. De lo contrario toda la inversión no podrá capitalizarse. Parte de la explicación de la desigualdad está en el territorio
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Se refirió a que los programas de transferencias condicionadas ponen la carga en la mujer por ser la responsable del manejo de los apoyos monetarios, de alimentar a los niños, llevarlos a la escuela y al médico, además tienen la desventaja de que no apoyan a todas las familias de una localidad pobre, sino sólo a algunas, lo cual carece de impacto en el territorio en que se desarrollan.