La dinámica de la economía mexicana sigue soportada por el dinamismo del mercado interno, ante un entorno externo complejo, aseguró este martes Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México (BdeM). Anunció que el instituto central mantiene para este año una previsión de crecimiento del producto interno bruto de entre 2 y 3 por ciento, la misma considerada hace tres meses. Sin embargo, redujo en dos décimas de punto el esperado en 2017, que ubicó en entre 2.3 y 3.3 por ciento.

En un momento en que ha arreciado la presión en el mercado de divisas, que ha llevado el tipo de cambio a un nivel comparable al de comienzos de año, el gobernador Carstens descartó que el banco central vaya a decidir un alza anticipada en su tasa de interés, como lo hizo el 17 de febrero, cuando la incrementó en medio punto porcentual, al actual 3.75 por ciento.

En días recientes, varios analistas financieros han mencionado que el banco central elevaría su tasa de interés antes de su reunión de política monetaria, en la que se pronuncia sobre el tema, programada para el 30 de junio.

Oímos las opiniones de los bancos, son respetables para nosotros, pero sin duda trataremos de tomar la decisión de la manera más objetiva posible, observando los fenómenos que se nos van presentando y también con una altísima esperanza de que se haga conforme al calendario de anuncios, comentó Carstens en una conferencia de prensa en la que presentó el Informe trimestral enero-marzo 2016.

La decisión del banco central de mantener la previsión de crecimiento para este año ocurrió cinco días después de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público redujo su pronóstico de crecimiento económico para este año en cuatro décimas de punto, a un rango de entre 2.2 y 3.2 por ciento.

La economía mexicana ha seguido enfrentando un entorno externo complejo, dijo el gobernador Carstens. No obstante la atonía del crecimiento global, expresada en menores exportaciones a Estados Unidos, la demanda interna de México continúa con un ritmo de expansión importante y, en ese contexto, es previsible que siga impulsando la actividad económica en los próximos trimestres, agregó.

La inflación baja, que ha llevado a una recuperación de la masa salarial real; la mejoría del mercado laboral y la implementación de las reformas estructurales, están generando un entorno más propicio para el crecimiento del gasto interno, lo cual se espera prevalezca en los próximos trimestres, de acuerdo con el informe del gobernador del banco central.

Así, señala el documento, el dinamismo de la demanda interna ha logrado contrarrestar parcialmente, y se espera que continúe haciéndolo, la debilidad del sector externo, de manera que se sigue anticipando un ritmo de crecimiento moderado. El mayor dinamismo de la actividad económica que se observó en el primer trimestre de 2016 sugiere cierta mejoría en el panorama para el crecimiento de este año, si bien aún no justifica una revisión al intervalo de pronóstico.

Se continúa previendo que el producto interno bruto de México crezca entre 2 y 3 por ciento en 2016. Para 2017, debido al entorno internacional adverso, y en particular a la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento para la producción industrial de Estados Unidos, el intervalo para el crecimiento del PIB se revisa ligeramente de uno de entre 2.5 y 3.5 por ciento en el informe anterior, a uno de entre 2.3 y 3.3 por ciento en el actual, añade.