Los ojos del Payaso Amarillo se enfocan en la Ciudad de México y un pensamiento se ciñe: aquí hay sensibilidad y por eso en cada función se establece la conexión, por el arte.

En entrevista, Iván Polunin, quien desarrolla la gracia del Payaso Amarillo, expuso: Slava, el creador del espectáculo, elige cuidadosamente al actor que hará este papel. Quienes lo han actuado tienen personalidades o caracteres muy fuertes. Es el porqué logran transmitir y conectar con el público para llevarlo a un viaje con el espectáculo.

El Slava’s Snow Show tiene el objetivo de hacer sentir a los espectadores el invierno ruso, la fuerza de una tormenta de nieve, el vértigo al transitar en un tren a toda velocidad.

Agregó: El Payaso Amarillo no es un objeto, una cosa, sino una identidad. En este caso, el personaje establece un vínculo con cada uno de los espectadores. Público y payaso se convierten en héroes y actúan de manera unísona. Cada uno tiene un lugar en la historia.

Compartir el arte

Desde el comienzo de la obra se escucha la campana del ferrocarril, como de una bestia que despierta y brama. Sus articulaciones de acero se yerguen y desentumen. El acero se calienta y el vapor se funde con la niebla.

En México, muchos niños no han oído a lo lejos el silbido de un tren, desde que el gobierno los desapareció. Poulin opinó: Sí, niños y adultos han olvidado ese sonido, pero está en el subconsciente de cada uno de nosotros. Lo mismo ocurre con el ring-ring del teléfono. Nosotros usamos uno de los de antes, de disco. Los niños lo entienden y lo identifican y seguirá a lo largo del tiempo. Hay un clima frío y una tormenta de nieve, pero no es un suceso climático extremo. En Rusia la nieve puede llegar a tener dos metros de alto. En este caso, la nieve se usa para calentar el corazón del público. Tiene el efecto de dar mucha felicidad y crear emociones. El clima crea emociones.

Hay quienes ven el espectáculo varias veces o siempre. Para Poulin eso no tiene nada de egoísta, si bien es cierto que quien lo ve normalmente quisiera que lo gozaran sus seres queridos. Esto es, para compartir el arte. Hay quienes vienen y luego traen a sus amigos, a su familia. Para compartir. Quienes lo ven solos varias veces no es por egoísmo, sino porque se sienten impactados.

Desde el punto de vista del Payaso Amarillo, dijo Poulin, es muy amistosa la relación del personaje con el público. Ya se conocen y todos entienden. Es algo que va y viene. A través de los años, el público mexicano ha cambiado y tal vez yo he cambiado con él. Antes esa relación era muy loca, algo lleno de emociones y ahora los visitantes comprenden y tienen un entendiniento teatral.

Mientras en países como Rusia y varios de Europa la profesión de payaso es respetada, pues son profesionales con altos estudios, en México hay quienes opinan negativamente del oficio de payaso. Es más, hay quienes desconocen que es una profesión. De hecho, el término puede llegar a tener connotaciones negativas. Poulin preguntó por qué pasa eso. Le extraña. El espectáculo y la producción son exitosos y creemos que podemos impactar en la vida de las personas. Estamos parados en un nivel en el cual la gente viene a admirar, sentir, experimentar. Todo esto no tiene que ver con el payaso de ridiculez. Tal vez ese artista de la calle es talentoso, pero no tiene las condiciones necesarias para poder salir al escenario para que la gente lo aprecie. Creo que en general el payaso ha tenido connotaciones muy positivas. Se ha convertido en un héroe de la nación. En Rusia así se le tiene. No sé por qué no pasa eso en México, por qué no es un héroe de la nación.

El Snow Show nació en 1993 y desde entonces ha recorrido el mundo; se ha presentado en 25 países ante más de 12 millones de espectadores. Plantea un juego continuo con el público, donde se convierte en protagonista de un viaje en un universo surrealista y mágico, más allá de las palabras…sin dejar a un lado la fría nieve que envuelve por muchos instantes.

Slava‘s Snow Show regresa a México para festejar 10 años de presentaciones. Estará en Guadalajara, en el Teatro Diana, del 2 al 6 de junio, y en Monterrey, Auditorio Luis Elizondo, del 9 al 14 de junio.

En la Ciudad de México finalizará temporada el domingo 29 de mayo, en el Centro Cultural Teatro 1, situado en Avenida Cuauhtémoc 19, colonia Roma. Funciones: miércoles, 20:30 horas; jueves, 20:30; viernes, 20:30; sábado, 17 y 21; domingo, 13 y 17 horas.