En el último tramo de su campaña a la gubernatura de Aguascalientes, Lorena Martínez Rodríguez califica de endebles los argumentos que ha expuesto el PAN para desacreditarla y derrotarla. Reitera su confianza en las alianzas tejidas con partidos aliados, y acepta que la marca del PRI resulta insuficiente para ganar a su principal adversario, quien ha emprendido una campaña mediática de desprestigio en su contra.

Sus argumentos no son suficientes. De las seis y ocho impugnaciones, respectivamente, que han presentado a mis actos de campaña y personales, todas las he ganado en el tribunal electoral. Tenemos una campaña apegada a derecho. Mi patrimonio es y siempre ha sido público, como mi declaración 3de3. Estoy convencida de que la sociedad de Aguascalientes tiene un alto nivel de información y sabrá discernir por quién vota, enfatiza.

La candidata priísta toma un espacio para exponer en entrevista sus posiciones en torno al proceso electoral y el proyecto para hacer de Aguascalientes no sólo un milagro económico enfocado a las industrias, sino impulsar políticas en las que los salarios sean suficientes para los trabajadores y sus familias.

Aguascalientes tiene salarios 16 por ciento debajo del promedio nacional: estamos enclavados en una zona donde hay una gran oferta de mano de obra, por lo que se dieron el lujo de pagar barato, pero eso afortunadamente está terminando.

Lorena Martínez sostiene que en su contra pesa una campaña negra. “Le entregué al PAN el gobierno municipal (de la capital del estado) hace dos años y medio, y en ese tiempo ya me esculcaron por todos lados, ya me hicieron auditoría y no he enfrentado una denuncia; Acción Nacional nunca salió a informar nada de mi gobierno. Qué lo venga a hacer ahora, no tiene más que un tinte político. Y esto se va a incrementar. Arranqué una campaña abajo en las encuestas, remonté y hoy estoy arriba por cuatro puntos.

“¿Cómo tumbas a una candidata? –pregunta y responde–, pues con una campaña negra. Pero lo que traigo de ventaja es atribuible a la candidata, no al partido.”

Recuerda que el panismo, comenzando por Ricardo Anaya, (Felipe) Calderón, Margarita Zavala, decenas de senadores, (Santiago) Creel, es decir, toda la caballada panista se ha volcado para respaldar a su candidato Martín Orozco.

–¿El PRI ha respondido a sus necesidades de campaña?

–He dicho una cosa, y la sostengo, conmigo van los que yo quiero que vayan. Van los que me ayudarán a concretar el proyecto que tengo para Aguascalientes. ¿Me interesa que esté el presidente de mi partido? ¡Claro! Porque es un mensaje para la militancia y Manlio Fabio Beltrones ha estado tres veces y ha ido a trabajar. De ahí, no necesito que vaya nadie más.

–¿Cómo recuperar la confianza de los habitantes de Aguascalientes ante el desprestigio de la política, los partidos y los políticos?

–Es uno de mis retos como gobernadora; y ser una candidata a pesar de la marca (el PRI), ¡así lo digo!, que hoy por hoy tenga los atributos y sea más honesta que el otro (Martín Orozco), que se escuda en su marca, lo he logrado porque tengo un capital político. Él se escuda en su marca y yo tengo que cargar con la mía.

Recuerda en su haber 30 años de carrera en política. Pondera su capacidad de incluir, dialogar y construir alianzas, en este caso con los partidos Verde, Nueva Alianza y PT. “Sí es cierto que hay que hacer el reparto natural de los espacios políticos, pero la verdad es que prevaleció la condición de construir un gobierno incluyente, que represente los intereses de los ciudadanos no de un partido.

“Hoy por hoy, el PRI, la marca de mi partido, no te da más de 27 puntos. Para construir una candidatura ganadora tienes que hacer una coalición ganadora con los ciudadanos, ya que tiene que sumar los votos de la gente que no tiene partido. Ese sector es el que va ha decidir la elección, porque cada vez son más los ciudadanos que se han alejado de los grupos políticos, que no creen en ellos y ante la apatía, lo que se busca son las expresiones de las personas.

Los ciudadanos compran más facilmente una figura, en mi caso por ser incluyente, dialogo con todas las fuerzas políticas, construyo acuerdos, busco puntos de encuentro y eso nos mantiene en la posibilidad real de ganar la gubernatura: más allá de los partidos políticos, sino no tendría ninguna posibilidad en una sociedad como la de Aguascalientes que, siendo realistas, es conservadora.

A lo largo de la entrevista advierte haber conseguido que los electores en su estado la identifiquen con capacidad de gobernar Aguascalientes.

Se le pregunta si habrá de impulsar mejores salarios en su estado. Ha crecido el empleo en más de 70 mil fuentes de trabajo en lo que va de este sexenio. Ciertamente están ligados a la manufactura, que en ningún lugar del mundo genera puestos bien pagados que le permitan a una familia vivir con plenitud.

Enseguida esboza su proyecto económico. Primero –señala– se debe consolidar la industria automotriz porque sería un absurdo no aprovechar lo que ya es exitoso. Impulsaremos el siguiente ciclo, que es generar la proveeduría, estamos consolidando las alianzas para que los empresarios locales se suban al tren del desarrollo de ese sector. Para eso hay que afianzar la competitividad, terminar de consolidar el ferrocarril de carga Aguascalientes-Guadalajara.

En su proyecto apunta al potencial de su estado para desarrollar un cluster (conjunto o conglomerado) de innovación y tecnología, “porque ya tenemos muchas empresas que si las detonamos, si les inyectamos dinero para el desarrollo de software, de big data, porque el perfil de nuestros jóvenes apunta a ello”.

La tercera línea se enmarca a las ingenierías ligadas a la robótica. Quiero diversificar la industria de Aguascalientes, lo que no podemos es dejar los huevos en la misma canasta, porque ¿qué pasa si de repente se frena el mercado del automóvil en el mundo? Nuestra economía no puede ser dependiente de un solo segmento.