Ante el declive de la población de la vaquita marina, José Sarukhán, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), consideró que el tráfico ilícito del buche de totoaba es casi como el narcotráfico, existe una gavilla que lo sigue sacando a escondidas, en connivencia con grupos en China o Japón que compran este producto porque piensan que es afrodisiaco.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reconoció por su parte que ha sido dificil controlar el trafico ilegal del buche de totoaba, que tiene como destino el mercado asiático, debido a que la región del Alto Golfo de California es complicada. La pesca ilícita de esta especie está asociada con la muerte incidental de la vaquita marina, de la cual quedan tan sólo 60 ejemplares.

Sarukhán agregó que en la región del Alto Golfo de California, hábitat de la vaquita, hay mucha actividad humana, hay gente que sale de pesca deportiva o a pasear, hay que animarles a que hagan fotos y a que empiecen a participar en la protección de la especie.

Consideró que se antoja una veda permanente en el Golfo de California, hay que regular adecuadamente. Lamento decirlo pero este país no es conocido por su regulación en muchas cosas, el reto es cómo lograr la proteccion de una especie única, que si se pierde en el Golfo de California, se fue del planeta.

Arturo Rodríguez Abitia, subprocurador de inspección industrial de la Profepa, explicó que el Alto Golfo de California es el hábitat de la totoaba y muchas veces durante su pesca ilegal la vaquita marina queda atrapada en las redes y mallas, la muerte es incidental, no les interesa.

Agregó que “no se ha podido detener el tráfico ilegal del buche de totoaba, el Alto Golfo de California es una zona difícil, pues aunque hay patrullaje pueden desembocar en cualquier parte.

“Iniciamos trabajo de vigilancia con drones, pero no es fácil. El área de recursos naturales vigila los puntos de San Luis Río Colorado, Mexicali, ya que de ahí van a Estados Unidos, y de Los Ángeles o San Diego parten a los mercados asiáticos. Hay una gran cantidad de caminos y redes que pueden utilizar, es una zona muy porosa, la capacidad que tienen para transitar por una vereda o por otra les facilita el tráfico. A nosotros nos dificulta el trabajo.”

En la presentación de la guía de identificación para las aves y mamíferos de mayor comercio internacional protegidas por Cites, que será utilizada por inspectores en los puntos fronterizos para detectar las especies cuyo comercio internacional está prohibido, Rodríguez Abitia se refirió a que hay 57 puntos y cruces fronterizos en los que al año se hacen alrededor de 7 mil revisiones, por ahí salen especies de vida silvestre reguladas por legislación nacional e internacional.