Washington.

La oposición venezolana redobló la presión internacional para abrir paso a un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, quien amenazó con decretar un estado de conmoción interior si intentan derrocarlo con violencia. Luis Florido, titular de Política Exterior de la Asamblea Nacional, solicitó formalmente este jueves a la Organización de Estados Americanos (OEA) invocar la Carta Democrática Interamericana, por la urgencia de hallar un abordaje regional a la crisis en Venezuela.

Apremiamos su actuación de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana antes de que sea demasiado tarde, dado el proceso de desmantelamiento de la institucionalidad democrática y para evitar que se agrave la crisis en materia de salud y alimentos, así como el aumento de la violencia que vive Venezuela, señaló la directiva del Parlamento –de mayoría opositora–, en una carta dirigida a Luis Almagro, secretario general de la OEA.

Florido se reunió con Almagro, a quien le entregó la misiva y un extenso informe sobre la situación en Venezuela, que el secretario general solicitó a una comisión parlamentaria que lo visitó hace tres semanas.

En caso de que se invoque la Carta, los países miembros podrían decidir, con la aprobación de la mayoría, la realización de gestiones diplomáticas para buscar soluciones a la crisis.

Human Rights Watch también pidió a la OEA exigir al presidente venezolano que revoque el decreto de estado de excepción y emergencia económica que dictó el 13 de mayo, porque limita la posibilidad del Parlamento y de las organizaciones no gubernamentales de cuestionar los abusos de poder cometidos por el gobierno.

Mientras, el Tribunal Supremo de Justicia delcaró constitucional el estado de excepción decretado por Maduro, que había sido rechazado por la Asamblea Nacional y que da amplios poderes al mandatario para enfrentar la crisis económica y contener la ofensiva para sacarlo del poder.

En Caracas, el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien encabeza una misión internacional de ex mandatarios, aseguró que la mediación, a instancias de la Unión de Naciones Sudamericanas, intentará sentar a la mesa de negociaciones a Maduro y a la oposición.

Será largo, duro y difícil, pero es el camino que necesita Venezuela, el del diálogo nacional que aborde los problemas sociales, económicos, institucionales, de convivencia pacífica, de libertades, dijo.

La misión se reunió con Maduro y con dirigentes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y ambos adelantaron su voluntad de conversar, dijo Rodríguez Zapatero. La oposición advirtió que el primer punto de la agenda de un diálogo serio debe ser cómo quitar los obstáculos y triquiñuelas para realizar el referendo.

Maduro, a su vez, dijo esperar que el diálogo haga que la oposición ceda en su actitud golpista.

En tanto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, lamentó las declaraciones de Almagro sobre la administración de Maduro, y objetó que desde la OEA se cuestionen las revoluciones democráticas en América Latina, como es el caso de Venezuela, que, a su juicio, devolvió la dignidad a los pueblos.

El ex presidente uruguayo José Mujica dijo que Maduro está loco como cabra (a lo que añadió: todos los venezolanos están locos, y recordó que desde hace tiempo se distanció del encargado de la OEA por el camino que tomó respecto de la situación venezolana.

Maduro reaccionó a lo dicho por Mujica y dijo que está loco de amor por Venezuela, por la revolución bolivariana y por el fallecido presidente Hugo Chávez.