Ginebra.

El déficit mundial de empleos de calidad y el deterioro económico global amenazan con anular décadas de progreso en materia de reducción de la pobreza, advierte un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Datos de la organización muestran que la pobreza relativa aumenta, lo cual se refleja en que más de 36 por ciento de la población en los países emergentes y en vías de desarrollo vive en esa condición, con un ingreso diario inferior a 3.10 dólares, según paridad de poder adquisitivo.

El informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2016: Transformar el empleo para erradicar la pobreza (WESO, por sus siglas en inglés), estima que son necesarios 600 mil millones de dólares anuales para erradicar la pobreza extrema y moderada a escala mundial, de aquí a 2030.

La pobreza ha aumentado ligeramente en los últimos años en los países de la Unión Europea (UE), según el informe de la OIT. Dentro de la UE la pobreza relativa, es decir, la proporción de la población con ingresos inferiores a 60 por ciento de la media, se había mantenido estable en los últimos años (16.5 por ciento de la población entre 2005 y 2008).

Pero desde entonces el porcentaje tiende a aumentar y pasó de 16.8 por ciento en 2012 a 17.2 por ciento en 2014, según los expertos de la OIT. En el mismo periodo este porcentaje se mantuvo estable en Estados Unidos mientras en Japón aumentó ligeramente.

Afirma que el problema de la pobreza crónica no puede resolverse sólo con transferencias de ingresos, sino que urgen más y mejores empleos para alcanzar ese objetivo. Se estima que casi una tercera parte de las personas que viven en pobreza extrema o moderada en las economías en desarrollo tienen empleo, sin embargo, su puesto de trabajo es vulnerable.

Precisa que a veces no reciben salario, están concentrados en ocupaciones de baja calificación y, a falta de protección social, dependen casi exclusivamente del ingreso obtenido por su labor. Apunta que en los países desarrollados un número mayor de trabajadores tiene un empleo asalariado y remunerado, pero eso no los salva de caer en la pobreza.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible dirigido a erradicar la pobreza en todas sus formas en todas partes de aquí a 2030 está en peligro, alertó el director general de la OIT, Guy Ryder.

Destacó que si se toma en serio la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y se quiere poner fin a ese flagelo social, que se transmite de generación en generación, entonces hay que concentrarse en la calidad del empleo en todas las naciones.

El consejero especial en Asuntos Sociales y Económicos de la OIT, Raymond Torres, precisó que si bien los pobres constituyen 30 por ciento de la población mundial, disponen sólo de 2 por ciento de los ingresos mundiales.

Por tanto, agregó, sólo si crecen en cantidad y calidad los empleos decentes se ofrece una salida sostenible a las condiciones de vida precarias y mejorarán los medios de subsistencia para los trabajadores pobres y sus familias.

El estudio añade que la elevada desigualdad salarial reduce el impacto del crecimiento sobre la reducción de la pobreza, conclusión considerada esencial para reflexionar sobre las responsabilidades de los países e individuos ricos en la perpetuación de la pobreza.