No se puede explicar la tradición actoral cómica en la historia del cine mexicano sin lo que fueron la zarzuela, el teatro de revista, las carpas y el circo, consideró Rafael Barajas El Fisgón, quien ha tenido el mejor trabajo de su vida al ser el curador de la muestra ¿Actuamos como caballeros o como lo que somos?, que celebra al humor en la cinematografía nacional.

A partir de este miércoles los visitantes de La Galería de la Cineteca Nacional podrán viajar al interior de su cultura. Para los mexicanos la risa no es un simple texto, sino un estilo de vida. Si hay algo en lo que México es pródigo es en su sentido del humor. Todo es motivo para el manejo risueño de la realidad..., consideró el escritor y politólogo Edmundo González Llaca, quien colaboró en la exhibición.

El reto de hacer un muestra como ésta es que hay una extraordinaria cultura del humor que no ha sido trabajada, porque la damos como natural. Sin embargo, detrás de todos los arquetipos cómicos hay mucha historia, afirmó El Fisgón, escritor, investigador y dibujante de La Jornada.

Extensa investigación

Más de 700 piezas entre fotografías, carteles, caricaturas, objetos personales y videos sobre sketches, fragmentos de cintas memorables o bailes, integran la exposición, que homenajea a tres grandes de la comedia: Mario Moreno Cantinflas, Germán Valdés Tin Tan y Joaquín Pardavé. Pero no olvida al batallón de cómicos y cómicas que enriqueció al cine de México, dijo Barajas.

La exposición, agregó, está centrada en una investigación de año y medio: Comienza con el estudio de las pastorelas en la época de la Colonia. Sigue con la comedia del siglo XIX, la zarzuela, el circo, las carpas y el teatro de revista, que formaron a comediantes.

En México, pese a que el humor fue marginado en la época de la Colonia y poco explotado en el siglo XIX, hay una gran cultura de humor negro o político y se expresa en los diversos escenarios que hubo en México en el siglo XX.

Una de las primeras sorpresas que encontramos fue saber que muchos de los grandes cómicos venían de hacer circo, afirmó Rafael Barajas. También comentó el caso de Joaquín Pardavé, quien nació en una familia de zarzueleros: “A los cuatro años apareció en su primera obra. Decidió ser actor y entró a la compañía de su tío. También componía piezas. Luego se hizo parte del grupo de Roberto El Panzón Soto (padre de Fernando Soto Mantequilla)”.

Abundó: “Continuó con Leopoldo Beristáin para hacer un papel menor hasta que se volvió pareja artística de éste. De hecho, Soto fue el formador de varios cómicos, como Carlos López Chaflán y Elisa Berumen... todo esto es cultura y no podemos dar el golpe a esa densidad cultural si no se hace una revisión histórica”.

Barajas insistió en el tema de Pardavé: “No se le ha hecho justicia y sus aportes son inmensos. Él logró crear tres arquetipos: el padre de familia disminuido, el inmigrante transcultural y el noble de tercera clase. Fue, además, compositor. Por eso le dedicamos un nicho, tal como se le ofrenda a Tin Tan o a Cantinflas”.

Se repasan los géneros que han marcado al cine nacional, como el humor negro, el surrealista (expuesto por Luis Buñuel) y el político. Se revisan la televisión mexicana y el desarrollo de la comedia en la cinematografía en los recientes 30 años.

Se preguntó a Rafael Barajas sobre el desempeño de la mujer cómica del cine mexicano.

Respondió que a principios del siglo XX las cómicas tenían un papel importante: eran las estrellas del teatro de revista. Recordemos a Lupe Rivas Cacho o Delia Magaña. Cuando empezó el cine en México las féminas fueron marginadas. Fueron pocas las que tuvieron papeles protagónicos. Hubo actrices que los tuvieron, como Sara García o Silvia Pinal, pero mujeres comediantes a las que les dieran papeles importantes fueron muy pocas.

El Fisgón recordó a Consuelo Guerrero de Luna en Arriba las mujeres y a Niní Marshall, argentina que protagonizó tres cintas.

Pese a toda la marginación que tuvieron, sin el aporte de esas extraordinarias comediantes nuestro cine no sería lo que es, remató.

Personajes de la vida cotidiana

Hay que recordar que muchas películas de la época de oro del cine nacional se volvieron entrañables porque reflejan la singularidad con la que se nutrió a partir del talento actoral, creatividad y conocimiento de la idiosincrasia mexicana de los comediantes, que eran personajes de la vida cotidiana.

Pero ¿qué hubo antes de estos personajes? ¿dónde empieza la historia de la comedia en México? Esas eran las preguntas que resolvieron El Fisgón y un equipo de profesionales, entre los que estuvieron el actor y cantante César Costa y Edmundo González Llaca, quienes a partir de esta exhibición pretenden detonar el nacimiento del primer el Museo Internacional del Humor.

La colección está integrada por materiales del acervo de la Cineteca Nacional, de la Fototeca de Pachuca, del Museo del Estanquillo, de la Fundación Cantinflas, del Museo Nacional de Culturas Populares y de la Hemeroteca Nacional, así como de archivos particulares de las familias Cabral, Monsiváis y Valdés.

Destaca el módulo Arriba las mujeres, que presenta a las actrices fundamentales para la comedia mexicana: Sara García, Famie Kauffman Vitola, Delia Magaña y Amelia Wilhelmy. Del teatro de revista sobresalen Lupe Rivas Cacho y Celia Montalván. También se verán fotografías de Enriqueta Reza y Consuelo Guerrero de Luna en su participación en películas dirigidas por Julio Bracho, Fernando Cortés y Carlos Orellana.

Sobre la exposición se editó un catálogo, que cuenta con imágenes, algunas poco conocidas, y que se vendé también en la Cineteca.

La muestra estará abierta hasta 18 de octubre con horario de martes a domingo de 12 a 21 horas. La entrada general tiene un costo de 50 pesos y 30 para menores de 25 años, estudiantes y adultos mayores. Martes y miércoles, el boleto es de 30.