Progreso de Obregón, Hgo.

Al considerar que se violó el derecho de acceso a la salud, el primer tribunal colegiado del vigésimo noveno circuito con sede en Pachuca otorgó un amparo a una comunidad que ordena al gobernador Francisco Olvera Ruiz reponer un quirófano y una sala de rayos X, desaparecidos con la demolición de un hospital, que fue sustituido por una clínica.

El juicio de amparo indirecto 227/2015-2 fue promovido por Feliciana Escamilla, Iliana Olvera y Francisco Granados, vecinos de Progreso de Obregón, quienes consideraron violatorios a los derechos humanos la desaparición de esos servicios tras la demolición del antiguo Hospital Nacional Ejidal, lo cual fue ordenado el año pasado por el mandatario priísta.

Los quejosos señalaron que el Hospital Nacional Ejidal fue construido en los años 40 con recursos de los habitantes de Progreso de Obregón, Chilcuautla, Mixquiahuala y Francisco I Madero, por lo que promovieron otro amparo indirecto que el 26 de febrero de 2015 fue rechazado por el juez tercero de distrito de Hidalgo.

Relataron que la Secretaría de Salud estatal y la Dirección General de los Servicios de Salud Hidalgo justificaron que el antiguo hospital ya no era funcional para la operación y generación de nuevas áreas, por lo que había sido necesaria su sustitución de acuerdo al modelo de centro de salud con servicios ampliados.

Ante ello, presentaron el amparo indirecto 227/2015-2 en el primer tribunal colegiado del vigésimo noveno circuito, el cual determinó que la demolición del antiguo nosocomio constituyó un retroceso en el derecho a la salud y violó lo establecido en el artículo 4 de la Carta Magna.

El representante legal de los agraviados, Hugo González Delgado, informó que hasta el pasado jueves el gobierno estatal no había cumplido con reponer estos servicios a la comunidad, tal como lo ordenó el juez, por lo que en caso de desacato el asunto será turnado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.