Joaquín El Chapo Guzmán llegó al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9 en Ciudad Juárez, Chihuahua, que de ser una de las prisiones más sobrepobladas y conflictivas se convirtió en una cárcel con pocos índices de violencia y desde enero de este año cada interno duerme en una estancia bajo fuertes medidas de seguridad, informó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

En 2013, este penal chihuahuense registró cuatro intentos de evasión y en 2014 se fugaron cinco internos. En ese periodo, los titulares de la CNS fueron Manuel Mondragón y Kalb y Monte Alejandro Rubido García.Hasta agosto de 2015, casi un mes después de la fuga de El Chapo Guzmán Loera, Rubido García permaneció al frente de la comisión.

Tras la evasión del capo del penal del Altiplano, se modificaron las políticas penitenciarias, lo que incluyó la revisión de los esquemas de seguridad, se activaron mecanismos que durante meses no funcionaron y se reforzó la vigilancia de las prisiones en las que se encuentran los presos de mayor peligrosidad.

Con ese fin se invirtieron 114 millones de pesos en infraestructura del Cefereso juarense, y con ello se reacondicionaron las áreas de internamiento y se redistribuyó a los internos disminuyendo la sobrepoblación que, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, llegó a ser hasta de 50 por ciento.

Sin embargo, las estadísticas penitenciarias mencionan que en febrero de 2013 el porcentaje de sobrepoblación llegó a ser hasta de 60 por ciento, ya que contaba con espacio para 934 internos y su población era de mil 496.

En febrero de 2015 la sobreplobación disminuyó a 11.5 por ciento y para enero de este año la situación se revirtió y se cuenta con 10.7 por ciento de espacios desocupados. Al mismo tiempo se creó un área de máxima seguridad; en ella está confinado Joaquín Guzmán Loera.