La caída en la producción de petróleo en los últimos dos años mantuvo el crecimiento de la economía mexicana por debajo de 3 por ciento, aun cuando en ese periodo la actividad recibió un impulso por el dinamismo del consumo interno, consideró Bank of America Merrill Lynch (BoAML).

Desde enero de 2014 la producción de petróleo en México disminuyó en 300 mil barriles por día, a un nivel actual de 2.2 millones de barriles diarios. Los precios internacionales del crudo han perdido dos terceras partes de su valor y, en el caso mexicano, esa dinámica ha provocado una merma de ingresos que llevó al gobierno federal a reducir en tres ocasiones el gasto público.

El sector petrolero mexicano se ha contraído de manera importante debido a la fuerte caída de los precios y de la producción desde 2014, dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch.

Medida respecto del producto interno bruto (PIB), la producción de petróleo disminuyó de ser equivalente a 5.5 por ciento a finales de 2013 a 3.4 por ciento del PIB en 2015. El impacto de esta caída, añadió, se refleja en las cifras de comercio internacional: las exportaciones petroleras bajaron a 6.2 por ciento del total de las ventas externas del país, poco menos de la mitad del 13 por ciento que representaron en 2013. Esta variación provocó que el déficit comercial el año pasado fuera equivalente a 1.1 por ciento del PIB, cuando en 2013 se registró un superávit de 0.7 por ciento del producto.

La contracción en el sector petrolero tiene un impacto negativo directo sobre el crecimiento de la economía a través de la menor producción petrolera por el lado de la oferta y menores exportaciones petroleras netas por el lado de la demanda. Este impacto directo explica por qué el crecimiento económico se ha mantenido por debajo de 3 por ciento desde 2014, a pesar del crecimiento en el consumo interno de 3.2 por ciento en promedio en 2014-2015, comentó Capistrán.

El gobierno prevé que la producción petrolera disminuya otro 6.4 por ciento en 2016 y 4.5 por ciento adicional en 2017. Existe un riesgo a la baja para dichas cifras, y la contracción en la producción petrolera seguirá teniendo peso sobre el crecimiento del PIB en los próximos años, añadió el especialista.